![]() ![]() 4000 Millas de Costa Oeste y Este de EE.UU. 2010 ✏️ Blogs of USA
Los maravillosos y alucinantes 24 días que pasamos por tierras americanas.Author: Vendimia2000 Input Date: ⭐ Points: 4.8 (26 Votes) Index for Blog: 4000 Millas de Costa Oeste y Este de EE.UU. 2010
01: PRESENTACIÓN
02: DÍA 1: MADRID - LOS ÁNGELES (UNAS 20 HORAS DE VIAJE)
03: DÍA 2: LOS ÁNGELES - UNIVERSAL STUDIOS, PASEO DE LA FAMA Y OLVERA ST.
04: DÍA 3: LOS ÁNGELES – AQUARIUM OF THE PACIFIC, BALLENAS Y SANTA MÓNICA
05: DÍA 4: LOS ÁNGELES Y RUTA 66 HASTA WILLIAMS
06: DÍA 5: GRAN CAÑÓN Y MONUMENT VALLEY
07: DÍA 6: HORSESHOE BEND, ANTELOPE CANYON Y BRYCE CANYON
08: DÍA 7: BRYCE CANYON, ZION PARK Y LAS VEGAS
09: DÍA 8: LAS VEGAS
10: DÍA 9: DE CAMINO A BISHOP PASANDO POR DEATH VALLEY
11: DÍA 10: YOSEMITE NATIONAL PARK
12: DÍA 11: YOSEMITE Y SAN FRANCISCO
13: DÍA 12: SAN FRANCISCO
14: DÍA 13: SAN FRANCISCO
15: DÍA 14: PHILADELPHIA
16: DÍA 15: LANCASTER, GETTYSBURG Y LLEGADA A WASHINGTON
17: DÍA 16: WASHINGTON
18: DÍA 17: WASHINGTON, CARRETERA Y LLEGADA A NIAGARA FALLS
19: DÍA 18: LAS CATARATAS DEL NIÁGARA
20: DÍA 19: CARRETERA Y TARDE EN NUEVA YORK
21: DÍA 20: NUEVA YORK (MISS LIBERTY-FINANCIAL DISRICT-CHINATOWN-LITTLE ITALY y +
22: DÍA 21: NUEVA YORK (ESB-GREENWICH VILLAGE-CHELSEA Y +)
23: DÍA 22: NUEVA YORK (CENTRAL PARK-METROPOLITAN-Hª NATURAL Y MÁS)
24: DÍA 23: NUEVA YORK (HARLEM, COMPRITAS Y PASEO POR EL CENTRO DE LA CIUDAD)
25: DÍA 24: REGRESO A CASA
26: FIN
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Journeys 4 to 6, Total 26
Hoy es lunes. Nos levantamos y desayunamos a la misma hora que ayer. A la 8.00h. salimos de camino a Long Beach, donde está el Aquarium of The Pacific. Teníamos pensado ver el acuario y hacer la excursión a avistar ballenas. Traté de coger las entradas desde casa, si es sólo para la visita del acuario podéis, perro si también queréis las ballenas lo tenéis que hacer allí mismo ese día, aunque no suele haber problema de plazas. Nosotros cogimos para el primero que era a las 11.30h. Como aún teníamos tiempo entramos a ver el acuario primero. Está bastante bien, merece bastante la pena. Tiene muchísimas especies que yo no había visto nunca, ni si quiera en el oceanográfico de Valencia. Y como todos los museos que hemos visto allí, lo tienen genial montado. Tienen una zona exterior con piscinas donde hacen exhibiciones, y un parque de periquitos, que puedes entrar y darlos de comer. Además hay unas piscinas con mantas rayas y tiburones pequeños que se pueden tocar. Dentro del museo, en las salas de exposiciones también hay algún lugar dónde se pueden tocar pepinos, estrellas de mar, y esas cosas, como en el Museo Cosmocaixa de Madrid, que no sé si lo conoceréis.
![]() Dimos una vuelta de una hora y media por el museo, la última parte un poco a la carrera porque nos teníamos que ir hacia el muelle, que está enfrente del museo, a coger el barco para la excursión. El paseo marítimo de Long Beach tampoco está mal. Tiene una zona muy cuidada con el faro y una zona de tiendecitas, y también está atracado allí el Queen Mary, que ahora es museo y se puede visitar. ![]() Estuvimos esperando unos 20 min, y mientras nos tomamos unos chicles de biodramina, cosa que os aconsejo si queréis hacer esta excursión, porque aunque yo no me suelo marear, tras tanto tiempo en el mar, hasta con biodramina acabas un poco mareado. La excursión fue super larga, desde las 11.30 hasta las 15.00. En un principio eran 2.30 horas, pero como no conseguíamos ver ballenas el patrón del barco lo siguió intentando durante 1 horas más. Y al final lo logramos. Desde que salimos de puerto vimos una manada de delfines, leones marinos y ballenas grises y azules. Es espectacular verlos salvajes en su hábitat natural. Los delfines son muy graciosos, les encanta jugar alrededor del barco, son muy sociales. Los leones marinos estaban plantados al sol en una boya de esas gigantes con campana que hay a no sé cuántas millas mar adentro. Y lo de las ballenas es otro cantar. Simplemente sin palabras. Son inmensas, y las ves constantemente sacando y escondiendo el lomo sobre la superficie del agua y expulsando lo típicos chorros de agua. Nosotros vimos 3 ó 4 grises y una azul, la más espectacular porque es la más grande. Para mí, esta excursión mereció mucho la pena, aunque nos ocupó la mitad del día y nos limitó bastante para hacer otras cosas, pero porque me encantan los animales y esta clase de turismo de naturaleza, por llamarlo de alguna manera. Entiendo que otros pasaréis de museos y animales, entonces no la hagáis, porque ya os digo que además acabáis un poco mareados, jejeje… y con muuucho hambre…. ![]() Al regresar de la excursión nos hubiera gustado terminar de ver el museo, pero ya era tardísimo y además teníamos que localizar un Walmart antes de irnos de Los Ángeles, para comparar unos escarpines de agua que nos servirían en nuestra excursión por los narrows de Zion, y no sabíamos si en algún otro Walmart del recorrido los íbamos a encontrar. Yo llevaba apuntada la dirección de uno cerca de donde estábamos, pero dimos más vueltas que un tonto para encontrarlo. Y resulta que luego allí no los tenían. Aprovechamos para compararnos unos sándwiches, porque aún no habíamos comido, y nos fuimos con un rebote considerable. Aviso a navegantes: los Walmart de Los Ángeles, malísimos, por lo menos los dos en los que yo estuve. Pequeños, desorganizados, y sin casi productos frescos, por no decir ninguno, no encontramos ni fruta ni ensalada, y sin embargo tenéis de todo eso en las tiendas de 99 cent. Otra cosa horrorosa de Los Ángeles: el tráfico. Tardamos más de una hora en regresar a Santa Mónica. Esa tarde queríamos ir a darnos un bañito a la playa. Llegamos a las 18.30, y justo cambió el tiempo. Se nubló y se puso de tormenta con vientos huracanados, jejejejeje… Y el agua estaba que cortaba, que conste que metí las piernas hasta la rodilla. Así que estuvimos un ratillo con la toalla estirada haciendo unas fotos y contemplando el paisaje, con las míticas casetas de los vigilantes de la playa que salían en la serie de Mitch Bucanan, jejeje, y nos tuvimos que ir sin bañarnos y sin poder estar ni un ratito relajados. ![]() ![]() La zona de la playa y del muelle de Santa Mónica es muy recomendable. Además creo que seguir por el paseo marítimo hasta llegar a Venice es una gozada, pero nosotros con el mal tiempo que hacía decidimos no hacerlo. En lugar de eso estuvimos dando un paseo por el muelle. Es el típico muelle que sale en las películas con un parque de atracciones y puestecillos y salas de recreativos y restaurantes. Además, en el Pier de Santa Mónica es donde terminaba la ruta 66, la carretera que recorría antiguamente el país de costa a costa. Está muy bien para pasar un rato entretenido. Esa tarde el parque de atracciones estaba cerrado por un evento privado: era la presentación de la nueva temporada de una serie de televisión, y allí estuvimos cotilleando un poco, aunque no conocíamos a casi ninguno de los actores. ![]() ![]() Después decidimos ir a dar una vuelta andando hasta 3rd st. Promenade. Es la calle con más movimiento de Santa Mónica, donde se concentra toda la zona de compras y también hay sitios para tomarse algo. Lo malo es que llegamos muy tarde y casi no nos dio tiempo a ver nada. Dímos una vuelta y acabé en las tiendas REI, que son como aquí el Decathlon, más o menos. Y es que yo me quería comprar algo de calzado de la marca Keen, que es muy técnico y me habían dicho que es de lo mejor para cuando vas a caminar mucho, y esa era la idea de nuestro viaje, y en España no las encuentras por ningún lado. Desde España ya nos habíamos llevado unas Merrell, que son iguales que las Keen, y que habíamos encontrado en el Decathlon, pero eran horrorosas, porque sólo tenían un modelo. Bueno, pues al final, me volví a comprar otros Merrell super monos, porque los Keen que tenían no me terminaban de convencer. Pues los Keen no lo sé, pero cercioro que Merrell es una marca estupenda, porque tanto las playeras que llevamos desde España, como los zapatos que me compré allí han sufrido de lo suyo, y siguen perfectos. Y son una pasada de cómodos. Y con esto hice mi primera compra americana. Eran las 21.15 y decidimos regresar al Pier para ir a cenar al Buba Gump, uno de las primeras recomendaciones que llevaba apuntada, y nuestro primer restaurante típicamente americano, que de esos aquí no los hay. Está todo basado en la película de Forrest Gump, y el menú se compone básicamente de gambas, y alguna que otra ensalada, jajajaja, nos lo pasamos pipa imaginándonos a Buba dictándonos la carta: Gambas picantes, gambas cocidas, gambas con gabardina, gambas con crispis, gambas agridulces… El resturante está muy bien, muy americano y de precio normal, como un Foster´s Hollywood o así, para que os hagas una idea. Además esto supuso nuestro primer encuentro con el mundo de las propinas. Normalmente es entre un 15 y un 20% de la cuenta. Si pagas en efectivo tú lo añades directamente, y si pagas con tarjeta, que es lo habitual y lo más cómodo, te traen la cuenta, es das la tarjeta, la escanean, te devuelven la tarjeta y otra vez la cuenta, ya con la copia para ti, con un apartado para que pongas a Boli cuánto dejas de propina y firmes. Eso se lo quedan ellos, y ya luego descuentan de la tarjeta el total. Coser y cantar. Aunque da palo dejar esas cantidades tan grandes en propinas, porque no estamos acostumbrados, tenemos que pensar que es parte fundamental de su sueldo, y que a nosotros también nos gustaría que todo el mundo lo hiciera si estuviéramos en su lugar. ![]() Con esto se terminó nuestra estancia en los Los Ángeles. Después de cenar regresamos al hotel a dormir. Se nos habían vuelto a quedar sin ver la zona de Rodeo Drive, Beverly Hills y el Observatorio Griffith, así que teníamos que ver si lo veríamos al día siguiente, días en el que salíamos camino del Gran Cañón recorriendo parte de la antigua ruta 66. A pesar de que la mayoría de la gente dice que Los Ángeles no tiene mucho atractivo, a nosotros nos gustó bastante. Tiene muchas cosas para ver, lo malo es que es enorme, necesitas coche porque las distancias son enormes, y el tráfico está fatal, pero para mí mereció mucho la pena. Y se nos quedaron sin ver cosas como toda la zona de Venice Beach, la zona del centro de la Ciudad, donde está el ayuntamiento y el Walt Disney Concert Hall, El Pueblo de Los Ángeles de día, visitar el museo de cera o hacer la visita guiada al teatro Kodak, darnos un bañito en Pacífico… Journeys 4 to 6, Total 26
Riiinnngggg… El despertador ya suena como rutina a las 6.00. Ayer finalmente decidimos que hoy antes de emprender camino hacia Williams, veríamos alguna de las cosas que tenemos pendientes en Los Ángeles. Es que soy bastante cabezota, y no me podía ir sin dar una vuelta por Rodeo Drive y Beverly Hills, aunque fuera desde el coche. A la 8.00 ya estábamos de camino. Primero fuimos a la zona de Rodeo Drive pasando por el ayuntamiento. Lo vimos todo desde el coche. Es una zona de mucho lujo, y nos cruzamos con unos cuantos cochazos, aunque no vimos mucho pijerio, porque eran las 8.30 y estábamos a martes. Después pusimos rumbo a la zona de Beberly Hills. Me encantó. Yo creo que era tipo La Moraleja, en Madrid, por poner una comparación. Casas muy grandes en inmensas avenidas llenas de palmeras. Y una zona donde todas las casas están valladas y con altos muros. Comento esto porque no es habitual que en EE.UU. estén las casas valladas. Lo bonito y que a mi me llamaba mucho la atención es ver las zonas residenciales con las casitas y chalecitos en su parcela sin vallar con el césped perfectamente cuidado. Como mucho vallan en la parte trasera si tienen alguna piscina o algo así, pero nada más. Creo que no tienen el mismo concepto de propiedad que nosotros, y además, si lo piensas, no es muy lógico entrar a una casa en la que sabes que están armados. Es cuestión de seguridad. Pues bien, en Beverly Hills, normal que estuvieran tapiadas, verdad?? Además en esa zona viven muchos famosos, aunque tampoco vimos excesiva seguridad, ni de empresas privadas, ni presencia policial.
Siguiendo con nuestra ruta nos vamos hacia el observatorio Griffith. No sabíamos muy bien lo que nos íbamos a encontrar, y aunque fue una vuelta rápida nos gustó bastante. Está en lo alto de una colina, Según subíamos vimos un coyote salvaje en el arcén de la carretera. Arriba del todo se ve el gran edificio del observatorio, que es muy bonito, y sorpresa, desde allí tuvimos las mejores vistas hasta el momento del cartel de Hollywood. Se ve perfectamente, y muy cerca. Las vistas de la ciudad desde allí también son alucinantes porque alcanzas, un poco, a ver lo gigantesca que es la ciudad. Y por último, antes de tomar rumbo a Williams, bajamos a ver las casas victorianas de Carroll Aveneu. Preciosas. Incluida la casa donde se rueda la serie de Embrujadas. ![]() ![]() Cuando por fin salimos de Los Ángeles se nos habían hecho las 11.00, porque el tráfico es horroroso y tardamos 2 siglos en ir de un sitio para otro. Es tardísimo, pero nos ja merecido la pena porque el paseo en coche por la ciudad ha sido muy agradable y te hace tener una visión distinta, ya que hemos pasado por barrios muy pobres y muy ricos y hemos visto la gran diferencia entre unos y otros. Pues bien, rumbo a Williams teníamos por delante unas 7.30 horas de camino, y entre Kingman y Seligman teníamos pensado hacer un cachito de la antigua ruta 66. Ahora no sabíamos si iba a ser posible por lo tarde que era, pero lo intentaríamos. En Barstow paramos en un Walmart a ver si tenían los escarpines de agua y a comprar algunas cosas. Ya a primera hora de la mañana en Los Ángeles habíamos ido a una tienda de 99 cent donde tienen de casi todo, incluida fruta, verdura y comida fresca. Ya os había contado antes que en los Walmart de allí, que son como Carrefour, no tenían productos frescos. En los Walmarts que fuimos visitando a lo largo del viaje si tenían, pero en Los Ángeles no sé por qué no. Tengo la teoría de que los americanos apenas consumen esos productos, y sin embargo en las tiendas más baratas como las de 99 cent, si los tienen porque a ellas van más los inmigrantes, sobre todo los latinoamericanos, y entonces debe depender de las zonas, que en los Walmarts haya o no haya productos frescos. En fin, igual esto es una tontería… Además, en los supermercados de allí, todo es tamaño gigante, como si compraras siempre en Makro, jajajaja… nos compramos una bolsa se patatas fritas que nos duró todo el viaje, y al final la tuvimos que tirar antes de coger el avión… Como ya era la hora del medio día aprovechamos y nos compramos algo de comida para llevar que nos comimos al lado de nuestro cochecito sentados a una sombra en el parking del centro comercial, algo que haríamos en más de una ocasión durante el viaje, sobre todo por la costa oeste. Nuestra siguiente parada fue Calico Ghost Town. Es la recreación de un antiguo pueblo minero que estaba en ese mismo lugar. Tiene lo que eran las antiguas construcciones de casas, las tiendas, la herrería, el bar, la escuela, un trenecito que recorre la mina, y unas galerías escavadas en la roca que se pueden visitar. Además en las casas hay puestos de venta de productos tradicionales y típicos hechos a mano. Vamos, todo muy turístico, pero lo interesante del sitio es ver cómo era allí la vida en la época del “lejano oeste”. Sólo con el calor que hacía allí en medio del desierto, debía de ser un horror. Hacia tanto calor que sólo estuvimos media hora. Yo lo ví todo a la carrera. Y rápido vuelta al coche y al bendito aire acondicionado. ![]() De allí seguimos camino a Kingman. Los pueblos de esta zona están ya todos ambientados con motivos de la ruta 66 aprovechando el tirón turístico. Allí se puede visitar la Santa Fe, la locomotora que atravesaba el país de costa a costa. Es de un tamaño descomunal. Para que os hagáis una idea, yo de pies y con los brazos y las manos estiradas llegaba sólo a la altura de sus ruedas. También se puede visitar la estación de tren y dar una vuelta por sus calles con las tiendas llenas de recuerdos de la ruta 66. Como nosotros llegamos muy tarde, eran sobre las 18.00h. las tiendecitas ya no estaban abiertas y lo único que hicimos fue ver pasar un tren de mercancías que son enormes. No os exagero cuando os digo que contamos los vagones y llevaba ni más ni menos que 4 locomotoras y 95 remolques con 2 contenedores cada uno. Alucinábamos en colores. Además en Kingman tenéis el Mr D´Z, un bar cafetería que se quedó en los años ´50. Es cómo estarte tomando una Coca Cola en Grease. Nosotros por supuesto que entramos a tomar algo y nos encantó. ![]() ![]() Hasta ese momento habíamos ido por la carretera interestatal, y llegaba el momento de coger la carretera 66 hasta Seligman, pero como era muuuyyyy tarde tuvimos que decidir finalmente no hacerlo y seguir por la interestatal, por la diferencia era de una hora de camino. Lamentablemente llegamos a Seligman de noche, porque anochece a las 20.00 h., y no pudimos dar una vuelta por el pueblo, también todo ambientado. Atravesamos el pueblo para llegar hasta el cruce con la carretera 66, y poder decir, por lo menos que habíamos pisado la ruta 66, y después paramos en una de las gasolineras, que por supuesto tienen todo tipo de souvenirs, y estuvimos cotilleando un rato, y nos compramos una placa de carretera de la ruta 66 y nos hicimos una moneda de recuerdo. Esto de las monedas de recuerdo es un souvenir interesante para los que llevais poco presupuesto como era nuestro caso. Resulta que allí prácticamente en todos los sitios, tienen máquinas de esas que echas 50 cent + 1 cent, y el céntimo te lo convierten en una moneda aplastada con un motivo incrustado, que ya puede ser Universal Studios, Gran Cañón o, en este caso, la ruta 66. De hecho, también venden un álbum clasificador para irlas coleccionando, y muchos niños de allí lo tienen. Nosotros hicimos muchas monedas a lo largo del viaje, aunque de algún sitio nos faltó. Ya veremos qué hacemos con ellas. Un poco defraudados (por no haber podido visitar Seligman), pero ya agotados por la paliza de coche que llevábamos encima, pusimos rumbo a Williams, nuestro destino final de hoy, donde pasaríamos la noche para al día siguiente ir al Gran Cañón del Colorado. Yo había llamado a la dueña del B&B para avisarle de que llegaríamos sobre las 22.00, y como eso es más que tarde, nos había dejado preparado un sobre en la recepción con nuestra llave y las indicaciones de cuál era nuestra habitación. El B&B es muy recomendable. The Country Inn B&B. Es una casa típica del oeste americano con dos plantas y un porche corrido alrededor de la casa donde hay habitaciones que tienen su acceso directo, como era la nuestra. Dejamos las cosas y nos fuimos corriendo a un restaurante que tenía yo anotado, el Wild West Juction. Es un restaurante del oeste donde hacen espectáculos en directo de música country y puedes comer buenas carnes a la barbacoa, pero claro, a las 20.00 h. Cuando llegamos nosotros el espectáculo ya había terminado y la cocina estaba cerrada, ya sólo se podía acceder al bar, así que una vez más nos quedamos con las ganas, pero para otra vez intentaría ir, jejejeje… Pues bien, pueblo pequeño, en medio del desierto, como el que dice, y a esas horas ni un alma, ¿dónde cenamos? Pues nos fuimos a un Mc Donalds, por aquello de comparar si eran como en España: pues por lo menos en ese pueblo, NO, mucho, mucho mejor!! Hamburguesas bastante más grandes, con mejor carne, más ingredientes… vamos, que te quedas con la sensación de que en casa nos tongan por todos los lados, porque además el precio era el mismo. Así que con la tripita llena y satisfecha nos fuimos directos a la cama. Al día siguiente el despertador sonaba a las 5.30, porque a las 8.30 teníamos que estar en el Helipuerto del Gran Cañón… Qué nervios!!! Journeys 4 to 6, Total 26
Hoy nos espera un día grande!! A primera hora hacemos el check in-check out todo a la vez. La señora de la casa es muy amable. Y como nos vamos tan pronto que aún no tiene el desayuno listo, nos deja que entremos a la casa donde se sirve el desayuno, y nos cogemos algo de fruta, unos yogures y unos muffins, además de un café para llevar, y desayunamos por el camino.
Al cabo de 1 hora y 20 min. Por un camino muy bonito y muy verde, estamos en el helipuerto de Papillon a la entrada del Gran Cañón. Es la primera vez que vamos a montar en helicóptero, y además para sobrevolar ni más ni menos que el Gran Cañón del Colorado, así que estamos un poco nerviosos. Esta es una de las experiencias, que aunque caras, no queríamos perdernos. Como todo es cuestión de presupuesto, a nuestro pesar sólo hemos podido reservar el tour corto, el de 30 min por el borde norte del Cañón. A la llegada tienes que dejar absolutamente todo en el coche, porque lo único que te dejan llevar es la cámara de fotos y la de video. Tienes que presentar tu reserva. Te pesan para organizar las plazas. Te ponen un video de seguridad, y tienes que esperar tu turno. Antes de subir al helicóptero te ponen un salvavidas y luego te colocan según tu peso dentro del helicóptero. A mí me tocó detrás en la ventana. Nuestro piloto era una chica… La experiencia en helicóptero fue espectacular. No da nada de sensación, infinitamente menos que en avión. Las vistas del Gran Cañón desde arriba son alucinantes (aunque a mí me gustó luego más ir andando por el borde), te da una idea de lo grande que es y de cómo ha llegado a formarse a lo largo de miles o millones de años, que ya perdí la cuenta. Y son imágines que ya se quedan aparcadas en la mente, y aún 2 meses después las tengo recientes en mi retina. Simplemente no hallo muchas palabras para describirlo. ![]() ![]() ![]() Cuando terminamos la excursión pusimos rumbo a la entrada del Parque Nacional. En las garitas de entrada donde están los Rangers compramos por fin nuestro Pase Anual que nos dará entrada a todos los Parques Nacionales que vamos a visitar. En nuestro caso nos hubiera dado igual irlos pagando por separado que junto, pero así te olvidas del tema y cada vez que entras a un parque simplemente enseñas la tarjeta y ya está. Cada parque suele costar 20$, y al Pase Anual cuesta 80$, ya depende de cuántos vayáis a visitar que os interese o no comprar el anual. Aparcamos el coche y fuimos al centro de visitantes donde tienen unos paneles explicativos y te puedes hacer una idea de cómo es el Cañón y de lo que vas a ver. Después fuimos a la zona donde está el camping porque allí tienen un supermercado y necesitábamos comprar hielo para la nevera y para hacernos unos bocadillos, porque hoy de nuevo comíamos en ruta. Cuando uno tienen el tiempo limitado y quiere ver el máximo de cosas posibles, si te paras en un restaurante a comer has perdido mínimo una hora y media, y nosotros no estábamos por la labor… De vuelta al Centro de Visitantes nos dirigimos a comenzar el Rim Trail, un trail de unos 3 km por el borde sur del Cañón. Comenzamos a las 12.00 h. y en una hora y media lo hicimos del tirón, parando a hacer algunas fotos, claro… Es completamente alucinante. Estar ahí arriba y ver la inmensidad del cañón. No os lo puedo describir, así que os pongo unas cuantas fotos que tampoco le hacen justicia, pero algo es algo… ![]() ![]() ![]() Este trail os lleva hasta la zona del Bright Angel Lodge, y por el camino podéis ver rocas que han extraído de los distintos estratos del cañón desde las más recientes hasta las que tienen millones de años, la verdad es que es increíble, ya que lleva ahí 2 billones de años, viendo pasar el tiempo y transformándose con él. Cuando llegamos a la altura del Bright Angel Lodge estaban haciendo un espectáculo de malabares de los indios y estuvimos viéndolo. Después desde ahí podéis coger un bus gratuito que os devuelve de nuevo al Centro de Visitantes. Esto nos terminó de matar, porque el autobús tardó otra hora en regresar al Centro de Visitantes por todas las paradas que va haciendo por el camino. Con lo que finalmente salimos para Monument Valley a las 15.00h y no nos pudimos ni parar a comernos el bocata, lo tuvimos que hacer dentro del coche. Aunque íbamos alucinados, comentando todo el rato nuestro paseo por el Gran Cañón, y no nos importó mucho no poder parar a comer. La verdad es que no me podía creer, ni me sigo sin creer, que haya estado allí, desde el aire y en tierra, en EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO!!!!! Hasta Monument Valley teníamos unas 3 horas de camino, y además, aunque está en Arizona, como Kayenta, que es donde dormíamos ese día, es territorio navajo y tienen una hora más. Esto de los cambios horarios es una cosa que tenéis que tener en cuenta si os vais a mover por la zona de los parques nacionales. De Gran Cañón a Monument Valley es una hora más. De Monument Valley a Antelope Canyon es una hora menos. De Antelope Canyon a Bryce Canyon es una hora más. En Zion Park igual que en Bryce Canyon. Y en Las Vegas es una hora menos. Espero no haberme confundido en nada. Pues bien, con todo eso, y contando con que anochecía a las 20.00h más o menos, íbamos realmente mal de tiempo. Finalmente llegamos a las 19.40h, hora local. En la entrada nos dijeron que anochecía a las 20.30h, así que teníamos una hora escasa para ver el Parque. Monument Valley, al estar regentado por los indios navajos, no es Parque Nacional, y hay que pagarlo a parte. Cuesta 8$ cada entrada, y luego lo podéis recorrer por vuestra cuenta en el coche, o ir en uno de los todoterreno de los indios con un guía que os va dando explicaciones, y se supone que te llevan por sitios fuera del itinerario normal. Ya depende de lo que vosotros queráis. Nosotros en un principio no lo hicimos, pensábamos recorrerlo en nuestro coche. Entramos al Centro de visitantes a preguntar cuáles eran los puntos del recorrido que no nos debíamos perder, y esto fue un gran error, porque tienen una tienda maravillosa y enorme llena de recuerdos súper monos de los indios, hechos a mano, se supone, de la cual conseguí salir con algunas compras una media hora después. ¿Que pasó? que ya no nos daba tiempo ni por asomo a recorrer todo el parque, pero como nos habían dicho que la vista más bonita era la que divisaba desde allí mismo, (en la terraza del Centro de Visitantes), y anochecía a las 20.20h, y ya no quedaba nada, decidimos coger un buen sitio y quedarnos allí. ![]() ![]() ![]() ![]() E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R!!!!!!!!! Como una postal, un paisaje maravilloso. El Gran Cañón fue fascinante, pero esta imagen, allí, en la terraza, que te hace sentirte tan pequeñito ante la madre naturaleza, no se cómo explicarlo, pero para mí fue una experiencia inolvidable. Tengo la imagen grabada en la retina. Y eso que no pudimos ver la puesta de sol en condiciones por culpa de una nube, pero aun así mereció mucho la pena. Vimos un espectáculo de danzas rituales indígenas allí mismo y sobre las 21.00h. dejamos Monument Valley y nos fuimos a Kayenta a nuestro hotel a descansar. La zona india es curiosa, por destartalada y aislada. Ponen sus puestos de artesanía en los márgenes de la carretera. Llevan camionetas que se caen a cachos y corren mucho. Vimos algunas cosas un poco alucinantes, la verdad, jajaja, pero muy graciosas… Nuestro hotel era el Haptom Inn. Caro, pero no había mucha opción. Y nos llevamos un pedazo de sorpresa, porque era un motel de super lujo. Cenamos en la habitación las cosas que nos habíamos comprado por la mañana en el supermercado del Gran Cañón, y a las 23.40h cerramos los ojos. No me acuerdo de más, estábamos exhaustos, pero con la sensación de haber tenido un día maravilloso. Journeys 4 to 6, Total 26
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