Hoy nos levantamos con el cuerpo del revés, pero nada de estar con los ojos como platos a las 3 de la madrugada, jejeje... nosotros estábamos tan cansados que hemos dormido del tirón. Sólo 6 horitas, eso si, pero tendríamos que acostumbrarnos, porque esa iba a ser la media de los 24 días por tierras americanas, ya que estábamos dispuestos a exprimir el tiempo al máximo.
Por cierto, ya he recordado lo que hicimos la noche anterior. Efectivamente nos fuimos a la cama sin cenar, pero fue porque en Philadelphia, mientras esperábamos que saliese el siguiente vuelo habíamos "cenado" y también habíamos aprovechado para comprar una tarjeta de teléfono recargable para llamar a España. La nuestra es la Exactta. No os puedo decir bien las tarifas, pero no me pareció extremadamente económica (unos 50€ unas 10 llamadas). La usamos poquísimo porque nos llevamos el portátil, y como tengo instalado el Skype y prácticamente en todos los hoteles, moteles y B&B tienen Wifi, pues hablábamos todos los días con casa gratis.
Pues bien, era 1 de agosto y el despertador sonó a las 6.00h. A las 7.00h ya estábamos desayunando, porque teníamos el desayuno incluido, no muy copioso, pero aceptable: baggles con philadelphia, zumito de naranja, tostadas, leche, fruta, cereales, huevos cocidos... Podías coger cosas y subírtelas a la habitación, así que cogimos un poco de fruta y unos baggles por si acaso para la noche. Hoy el día se presentaba intenso, y nunca las cosas salen completamente como uno espera, pero...
Cogemos el coche, el Tom Tom, y ponemos rumbo a Mullholand Drive. Es una carretera panorámica desde donde se pueden ver bastante cerca los míticos California Sings (el cartel de Hollywood). Y ahí nos llevamos la primera desilusión, porque a primera hora de la mañana hay tanta niebla que no se veía nada. Aunque ahí arriba ya puedes echar un vistazo a la inmensidad de la ciudad. Después ponemos rumbo a Universal Studios, que está de camino.
Llegamos sobre las 9.00h. Llevaba las entradas sacadas desde España. Las cogí a través de Viator.com, donde las encontré una chispa más baratas que en su propia web, y porque en su web, que si no sabes exactamente, con comas y todo, la dirección que está asociada a la tarjeta de crédito, te da error y no las puedes coger. (Esto lo sé después de gastarme como 10€ llamándoles directamente y que me tuvieran a la espera más de 5 minutos). Así que directamente a la ventanilla de Will Call, y en un pispas teníamos en la mano nuestros pases para 2 días, aunque sólo los usaríamos 1. Es increíble la cantidad de gente que había ya a esas horas un domingo.
El parque es genial, una pasada, lo tienen super bien montado (a lo largo del viaje nos daríamos cuenta de cómo los americanos le dan al coco para bastantes cosas, y por eso no te extraña que vivan bien y sean la primera potencia mundial por ahora). Bueno, pues Universal Studios no es un parque de atracciones al uso, porque las atracciones son todas virtuales. Llevaba una lista con las que recomendaban como mejores, y las verdad es que no nos perdimos ninguna. Primero fuimos a Sherk 4D, y de ahí al tour en español por los Studios de cine. El primero era a las 10.30 creo recordar. Llegamos a las 10.00, y las colas eran ya kilométricas y el calor insoportable, así que tuvimos que esperar al siguiente, al de las 11.00h. El tour es muy entretenido. Te llevan en un trenecito mientras un animador te va contando la historia de los estudios, te ponen audiovisuales, pasas por los escenarios de cartón piedra y por las naves donde se rueda de todo. También hay performances en vivo, pero esto no os lo cuento para que os llevéis la sorpresa.

Cuando terminamos el tour seguimos montando en atracciones: el show de Waterworld, Terminator 3D, la montaña rusa de los Simpons... Cominos allí en el parque nuestra primera comida tipical american: chicken wings y Philadelphia Cheese Steak. Nos lo pasamos tan bien, que salimos del parque mucho más tarde de lo previsto, sobre las 18.00h.


Luego cogimos el coche para ir a Hollywood Boulevard (el Paseo de la Fama). Y nos perdimos y no pudimos dejar el coche en el parking gratuito que tenía previsto. Al final lo tuvimos que dejar en uno que nos costó 8$ a unas 3 calles. La verdad es que esa zona de Los Ángeles es un poco decadente, pero para mí, precisamente por eso, también tiene su encanto. Desde donde habíamos dejado el coche era un paseo tranquilo, sin casi gente, con todo el suelo lleno de estrellas de gente que no conocíamos, y de tiendecitas de souvenirs. Pero ya al llegar a la esquina donde está el antiguo teatro Gran Capitán, la cosa cambia. Está a tope de gente, puestos, artistas callejeros y muchas estrellitas de famosos. Un poco más adelante hay un gran centro comercial con muchos sitios donde podéis tomar algo, y si entráis hasta el fondo del centro, atravesando un patio con fuentes de estas que salen desde el suelo, hay una gran terraza, desde donde se ven muuuyyyy bien las letras del Cartel de Hollywood.

Saliendo de allí, y un poco más adelante está el famosísimo Teatro Kodak, al que hay que entrar y subir las famosas escaleras que se tiñen de rojo para recibir a las estrellas de Hollywood en la ceremonia de entrega de los Oscars. La verdad es que sin alfombra roja no dice gran cosa, jajajajajaja... Hay tours guiados para ver el teatro por dentro, pero como era tan tardísimo, nosotros no pudimos hacerlo. Y a continuación en la calle está el Teatro Chino. A sus pies no hay estrellas sino las huellas de pies y manos, con dedicatoria incluida, de otro montón de artistas. La verdad es que a mí esto me pareció bastante más curioso. Hollywood Blvd. no es mucho más, pero hace mucha ilusión estar por fin allí, en el sitio que tantas veces y veces has visto por la tele. Es una experiencia que no hay que perderse.


Allí mismo cogimos el metro y nos dirigimos a eso de las 19.30 hacía el Pueblo de Los Ángeles y la famosa Olvera St. Se tarda bastante, como media hora. Yo pensaba que estaba más cerca, y cuando salimos del metro en Union Station resulta que ya era de noche. Realmente fue una pena. Os recomiendo visitar la zona de día. Es una zona muy bonita de casas bajas estilo mejicano. Es la zona donde se fundó la ciudad, y Olvera St. está llena de restaurantes mejicanos y te puestecitos, casetas tipo mercadillo, donde venden todo tipo de souvenirs y de cosas típicas mejicanas. Además tenéis la Ávila Adobe, la primera casa de Los Ángeles que es visitable por dentro. Tooodoooo eso, nosotros nos lo perdimos, aunque el paseo por allí fue bonito. Eso sí, esa zona de Los Ángeles a esas horas de la noche, está desierta y da un poco de miedito andar por las calles, aunque no vimos muchos homeless.

A las 21.00 estábamos de nuevo en el metro para volver a la estación del centro comercial de Holywood Blvd. Por cierto, la estación Union Station es muyyy bonita, como estilo años 20 y la tienen muy cuidada. y no tengáis miedo de coger el metro tarde porque vimos presencia policial siempre.

De vuelta a Hollywood Blvd., como era tardísimo, entramos al centro comercial y en el Sturbucks nos compramos unos zumitos y unos sándwiches y nos volvimos en nuestro cochecito a cenar al motel. Hoy se nos había quedado sin ver la zona de Rodeo Drive, Beverly Hills y el Observatorio Griffith. Así que mientras cenábamos tratamos de encajarlo para el día siguiente. Rendiditos nos acostamos a las 0.00h. El primer día había cumplido con creces las expectativas. Estábamos en EE.UU. y todo estaba siendo alucinante...