Hoy hemos decidido, que como ayer el día no nos cundió casi nada, vamos a tratar de hacer algún trail más antes de irnos hacia San Francisco. Así que decidimos madrugar un poco más de lo habitual, recogemos, desayunamos de nuevo en la tienda, y nos vamos a hacer el check out. Cuando fuimos a coger el coche resulta que nos lo encontramos con una pegatina de multa que decía que si no lo quitábamos en breve nos multaríamos. La habían puesto a las 4.00 de la madrugada, y eran las 7.30 y no parecía que hubiesen regresado. Resulta que la noche anterior, que no veíamos nada. Habíamos dejado el coche delante de una boca de incendios, que torpes. Quitamos como pudimos la pegatina y nos marchamos. De momento no hemos recibido ninguna comunicación al respecto, así que menos mal, porque pasamos un rato algo agobiados, jejejeje…

A las 8.00h ya estábamos en la parada del shuttle que nos llevaba hasta el inicio del trail de Mirror Lake, que era una caminata de 1 hora ida y vuelta. Había leído que en verano está casi seco, pero aún así nos animamos y decidimos hacerlo. Pues deciros que es cierto que estaba prácticamente seco, pero de todas formas el paseo merece la pena. Es una senda atravesando el bosque, bastante cerrado, con el río al margen, hasta que llegáis a un claro donde está el lago, o se supone que está en verano. La poco agua que pillamos es verdad que se refleja perfectamente. No vimos osos, pero sí ciervos comiendo tan tranquilos, y eso que nos acercamos bastante.

Yo había calculado que si queríamos estar en SFO a las 16.30h para devolver el coche, teníamos que salir de Yosemite a las 11.00h. Lo que no había tenido en cuenta es que como ya teníamos tan buen ritmo de marcha nos íbamos a pasar en el trail tanto a la ida como a la vuelta. A la ida, cuando me quise dar cuenta, habíamos andando como una milla de más. Claro, que cuando vas atravesando un bosque, buscando un claro donde haya un gran lago en el que se refleja todo el paisaje, y resulta que ese lago está seco, pues normal que nos pasásemos. Y al regreso, como íbamos de nuevo atravesando el bosque en vez de por la carretera, pues nos pasamos la parada del shuttle y andamos como otra milla más hasta la siguiente parada. Total, que al final tardamos más de 2 horas en hacer todo el circuito, y entre que volvimos a Curry Village, e hicimos una paradita en los baños y en la tienda, salimos para SFO a las 11.30h. Yosemite había resultado espectacular, nos habíamos quedado con ganas de más, porque la verdad es que nos había cundido muy poco. A Yosemite se le pueden dedicar tranquilamente 3 días.
Hacemos el recorrido del tirón hasta SFO y a las 16.00h en punto estamos devolviendo el coche, porque vamos todo el tiempo 5/10 millas por encima del límite, que todo el mundo lo hace, y a lo tonto vas ganando tiempo.
Resulta que nuestro hotel, King George Hotel, está justo enfrente de donde hemos dejado el coche, así que en un santiamén hacemos el check in, dejamos las cosas en la habitación, y nos vamos directamente a la oficina de turismo porque queríamos comprar los Muni Pass (pases válidos para el transporte público que se compran por días y que valen para todos los tipos de transporte, nosotros estuvimos 2 días y los amortizamos con creces). Regresamos al hotel para cambiarnos y darnos una ducha. Las habitaciones están muy bien, aunque algo pequeñas y no tenemos el desayuno incluido, pero estamos en pleno centro, a 2 calles de la oficina de turismo, desde donde salen todos los transportes públicos posibles, incluidos los famosos tranvías. SFO tiene muchísimo transporte público y es muy fácil moverse con él. Esto es muy importante porque las distancias son muy largas.
Tras un pequeño incidente con la ducha, porque se salía el agua y no teníamos agua caliente y tuvo que venir el de mantenimiento, estábamos listos para irnos al AT&T Park, el campo de Beis Ball de los San Francisco Giants. Era otra de las actividades plenamente americanas que nos apetecía mucho hacer, y había comprado las entradas por Internet, un poco laterales pero muy buenas, lo veíamos todo de lujo. Los partidos de Beis Ball son todo un espectáculo. El partido nos encantó. La gente lo vive. Cantan canciones en los descansos. Sortean cosas. Sacan a gente por las pantallas para felicitar los cumpleaños o hacer declaraciones de todo tipo, hacen juegos. La gente acude en masa, tuneados al máximo, cenan allí sus múltiples guarrerías (nosotros por supuesto también lo hicimos y cenamos unos estupendos perritos calientes y unos nachos), y se sientan las tres horas con sus mantas sobre las piernas y los hombros. Que nosotros dijimos: “Jopé, tanto frío hace que se vienen con manta??” Pues sí, en SFO hace muchísimo frío. Veníamos de unos días muy calurosos de desierto, y nos encontramos en SFO con pocos grados y sin ropa. En el partido nos estábamos quedando tan helados que tuvimos que comprarnos unas sudaderas que nos costaron una pasta, pero que eran super calentitas y ya las tuvimos puestas los siguientes 2 días. Es un estupendo souvenir que ahora usamos también en casa.


Después del partido, cenamos en el Lori´s Dinner que por suerte teníamos pegado al hotel, y como además estábamos arrecidos de frío, nos volvimos al hotel y nos fuimos directamente a dormir. Por cierto, no sabemos cómo terminó el partido porque nos fuimos cuando empezaba el último juego, pero cuando nos fuimos perdía SFO contra Chicago.