Queríamos dormir tranquilamente, la idea era levantarnos a las 08:00 pero ilusos de nosotros nos despertamos como dos horas antes.
Salimos con intención de buscar una Bakery para comprar unos pastelitos para desayunar. Compramos los pasteles en una tienda que estaba cerquita al hotel pero en dirección contraria a Thamel. Desayunamos por 140 rps dos pasteles y un zumito.
Después fuimos a llevar ropa a lavar a una tienda cerca del hotel y nos pusimos en marcha.
Pasamos por Asan Tole, que es donde hay un mercado local, de fruta, verdura, y cereales. Callejeando un poco más se puede encontrar algo de ropa interesante. Había muchísima gente por la calle.


Como todos los días, fuimos ido a Ratna Park a coger los autobuses locales (que ya nos movíamos como pez en el agua) y nos dirigimos camino a Patan.
Como la calle principal quedaba un poco lejos, fuimos callejeando. Vimos mogollón de tiendas de zapatillas de imitación. Nos ofrecían unos precios buenísimos, 1900 rps por unas converse y 3200 por unas Vans, pero no compramos nada.
Seguimos andando y nos equivocamos y nos metimos por unas callejuelas, que sin comerlo ni beberlo aparecimos en la Plaza Durbar. La verdad que no sabemos si por la hora o qué, pero cuando nos acercamos a la taquilla no se veía a nadie... Estaba todo muy derruido, bastante más que en Bhaktapur, la verdad que es una pena porque la plaza sería bonita.



Después seguimos callejeando hacia una estupa que nos marcaba el mapa hacia el norte. Allí aprovechamos para descansar y tomarnos una coca cola con unos frutos secos y observamos la vida local. Como una mujer extendía unas semillas para secarse, y una niña se nos acercó a hablar.



Seguimos andando hasta el río, que se suponía que ahí también hacían cremaciones, pero no se veía nada. Así que decidimos seguir por la orilla del río hasta llegar a la calle principal y coger un autobús de vuelta (nos costó 30 NPR, a la ida 50…)
A la vuelta nos equivocamos y nos bajamos antes de lo que tocaba, y como estábamos cerca de la plaza Durbar de Katmandu decidimos ir y así tener mañana un día tranquilo. Esta vez, había que pagar, estaba bastante más controlado que el de Patan. Es una plaza muchísimo más grande que la de Patan, y también ha sufrido los estragos del terremoto, hay como dos o tres templos completamente derruidos. Muchos los están remodelando y tienen redes verdes de obra, y para llegar al museo hay que pasar por un laberinto de obras. No sé cuánto les llevará terminar con la reconstrucción, pero ahora mismo no es lo que era. La verdad que de la visita no disfrutamos mucho mucho, porque había muchísimos guías ofreciendo sus servicios por “cheap price”, bastante pesados, y miles de palomas. Tuvimos la “buena” suerte de que nos cagaron encima (a D tres veces y a mí una.) Al final decidimos salir e ir al hotel, para dejar algunas cosas y salir a comer.






Comimos donde cenamos el primer día. Nos sorprendió, porque el día pasado había muchísima gente y hoy ni un alma. Comimos un buffalo silzzer que estaba buenísimo y unos espaguetis a la boloñesa.

La tarde la dedicamos a pasear tranquilamente por Thamel, aprovechamos para comprar un cuenco tibetano y una bandera de Nepal. También entramos en tiendas de ropa de deporte para buscar algún chollito que nos pudiese interesar. Después de mucho mirar y comparar, encontramos una tienda en la que nos gustaban 2 abrigos, uno para D y otro para mí. En ese momento no teníamos apenas rupias, y así se lo hicimos saber al tendero, pero él con el fin de asegurarse la venta empezó a bajarnos el precio y así comenzamos con el duro juego del regateo (el tendero la verdad que era muy majo), y tras un gran tira y afloja pactamos el precio: 6900 NPR por los 2 abrigos (en otras tiendas donde habíamos mirado abrigos sueltos no llegaban ni de lejos a ofrecernos esos precios). El hombre de la tienda estaba un poco receloso de que al día siguiente no volviésemos a por los abrigos y a pagarle, así que le dejamos 1000 NPR como señal para que se quedase tranquilo.
Contentos con nuestras compras, y como con la tontería se había hecho bastante de noche, fuimos a buscar un bar donde cenar. Al haberle dejado las 1000 NPR de fianza apenas nos quedaba dinero, así que tuvimos que buscar algo económico. De ahí fuimos directamente al hotel a dormir