Lentamente el crucero suelta amarras y vamos dejando La Spezia y el golfo de los poetas, aquel que Napoleón Bonaparte definió como el más bonito del Universo. Cinque Terre se aleja en el horizonte y ponemos rumbo a la región del Lacio.
Llegamos a Studio B, la pista de hielo, donde hemos estado ya allí en días anteriores para el laser tag o la batalla de sexos. Tomamos asiento y nos aprestamos a asistir a la función de patinaje artístico denominada Blades!
[align=center]CARTEL ANUNCIADOR DEL ESPECTACULO SOBRE HIELO EN EL CRUCERO
Llegamos a Studio B, la pista de hielo, donde hemos estado ya allí en días anteriores para el laser tag o la batalla de sexos. Tomamos asiento y nos aprestamos a asistir a la función de patinaje artístico denominada Blades!

El show se describe de la siguiente manera: Nuestros talentosos patinadores muestran lo mejor de sí mismos en BLADES, una exhibición deslumbrante de sus mejores movimientos al ritmo de sus canciones favoritas. ¡El elenco se ha activado , y todo puede pasar!
Comienza la actuación y los patinadores ejercitan con suma maestría sus rutinas acompañados del ritmo de la música. Hay humor, hay emotividad y, sobre todo, prima la destreza en las ejecuciones. Me recuerda mucho, por no decir que es muy parecido, al show secundario de patinaje que representaron en el Harmony of the seas hace cuatro años.
En una representación notable en la media de la compañía. El único "pero" es que son puestas en escena aisladas sin un hilo conductor o una trama reconocible que sí tienen otras funciones de otros barcos. Por lo demás, cumple con las expectativas.

Finaliza el evento y como aún nos sobra algo de tiempo deambulamos por zonas comunes del barco. Distribuidos por todas las cubiertas y en lugares más o menos recónditos se encuentran repartidos las que se denominan “Small Wonders”. Son unas veinte figuras con la forma de un periscopio o un telescopio dotadas de un visor. Si te asomas al mismo se pueden ver pequeñas obras de arte de temática variada pero muy curiosa.
Conocedor de que en el Guest Services o atención al pasajero tienen una lista con la localización de todas las figuras, pregunté un día en que no había excesiva cola y me dijeron que ya no la tenían porque, con motivo de la estancia en dique seco del barco y las renovaciones en las instalaciones, habían suprimido buena parte del papel a bordo, incluido estos listados. A mi pregunta de dónde podría conseguir entonces la lista de ubicación, el encogimiento de hombros fue la respuesta. Por tanto, el que quiera organizar una gymkana con la búsqueda de todos los periscopios que se arme de paciencia…. No obstante, buceando en la red, creo haber visto una foto de la lista hace tiempo por lo que el que esté interesado no creo que tenga problema en acceder a la misma. San Google, vamos.

Siguiendo la dinámica de la semana nos sentamos en nuestra mesa, Yovany nos pregunta sobre nuestro día y nos trae la carta. Hoy la cena tiene la temática del Mediterráneo y nos ofrece platos tan dispares como gazpacho, ensalada griega, ossobucco a la gremolata, farfalle a la putanesca, pastel italiano de avellana o brookie de chocolate.
La cena transcurre sin novedad. Mientras Yovan nos sirve una tercera copa de limonada, por aquello de charlar algo, le comentamos que hemos visto que es de Montenegro y que el año pasado hicimos escala en Kotor, en otro crucero, y que nos había gustado mucho. Yovan sonríe y en medio inglés, medio español nos dice que él nació allí pero que a los cuatro años marchó a otra ciudad y que a él le parece el sitio más bonito que recuerda. Nos añade que a ver si algún día puede ir él también de crucero como pasajero para visitar otros lugares. No le damos más palique porque el hombre está ocupado pero siempre gusta saber alguna cosa de quien te rodea durante la semana y yo creo que ellos también lo agradecen para descargarse de su rutina.

Finalizamos los postres, Yovany nos vuelve a contar dónde podremos desayunar al día siguiente y nos despedimos. De cara a llenar la agenda de la noche la cosa está muy vacía de actividades y lo achacamos a que los que organizan las actividades a bordo piensan que el pasaje está cansado del “tute” de hoy, mañana viene la escala fuerte del viaje, Civitavecchia y la desbandada general a Roma por lo que programan lo mínimo para cubrir el expediente. En ese sentido y ahora no recuerdo si ya lo he comentado he echado a faltar más eventos o representaciones teatrales que cubrieran alguna noche.
Hoy toca fiesta latina en la Royal Promenade y cuando bajamos ya está empezada. Allí, tristemente, hay cuatro gatos bailando y haciendo coreografías y no tiene nada que ver con los eventos de las noches anteriores. Aquí se nota que el pasaje es mayoritariamente anglosajón y que los latinos estamos en minoría.
Estamos un rato pero la cosa no da para más. Paseamos por la Promenade y nos paramos en el nuevo bar, construido durante la renovación de los pasados meses, el Pesky Parrot. Se trata de un bar hawaiano cuya decoración recuerda a un espacio de este tipo y cuya oferta de bebidas va enfocada también a ello. Allí se encuentra un loro animatrónico que de vez en cuando suelta alguna frase en inglés y, al fondo, hay la decoración de un ventanal cuyos motivos y decoración van variando según transcurre la jornada. Curioso de ver.

Dado que al día siguiente el toque de corneta rondará las 06:00 de la mañana para aprovechar la corta estancia en Roma, a la que nos desplazaremos desde Civitavecchia, decidimos irnos a dormir y descansar porque el día que se avecina va a ser duro.
Buenas noches.
Conclusiones que nos deja el día:
- A la hora de comprar recuerdos por esta zona mejor hacerlo en la propia Spezia. Son más baratos y hay variedad. Por ejemplo, en la calle peatonal que lleva a la estación de tren, Via Prione, hay varios comercios de venta de recuerdos por lo que a la ida o a la vuelta, si se escoge este camino, se puede uno parar y comprar.
- La visita a las Cinque Terre ha sido satisfactoria pero con un puntito de chasco. Cuando una cosa la venden tanto y tan bien lleva uno unas expectativas posiblemente demasiado altas y la realidad las pone en su sitio. Bueno, es una apreciación subjetiva y no tiene porqué coincidir con las experiencias de los demás.
- Recomendaría ser atrevido en las cenas del restaurante principal y probar manjares nuevos que no son los habituales en la vida diaria. Por ejemplo, este día pusieron ossobucco y mi acompañante no lo había probado nunca pero no sabía si pedírselo. Le animé y no se arrepintió. Por ello, a veces hay que salir de la zona de confort y experimentar gustativamente otras propuestas.

- Es preceptivo comentar que apenas se ha visto a la Directora del Crucero a lo largo de la semana. Quitando la fiesta de los globos del primer día y las otras dos “importantes”, el One hit Wonder y el Baile por las Décadas, que dirigió y participó en los mismos y alguna aparición esporádica en el teatro, no la hemos visto el pelo. Acostumbrado a la omnipresencia de otros directores de crucero en otros barcos la verdad es que me ha chocado. También hay que decir que su labor no es exclusivamente la de mera presentadora de shows sino que engloba aspectos tan dispares como supervisar la programación de eventos, gestionar el equipo de entretenimiento o coordinar todas las actividades en este no parar de barco por lo que no se puede estar en todas partes a la vez y también hay que entenderlo.[/align]