![]() ![]() Nueve días en Polonia. ✏️ Blogs de Polonia
Relato de nuestro viaje de nueve días por Polonia en la pasada primavera, visitando Varsovia, Gdansk, el Castillo de Malbork, Torun, Poznan, Wroclaw (Breslavia), Auschwitz, Cracovia y Minas de Sal. Recorrido en tour para jubilados y nuestras visitas por libre.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (12 Votos) Índice del Diario: Nueve días en Polonia.
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Etapas 13 a 15, total 18
De camino hacia Cracovia (se encuentran a unos 70 kilómetros de distancia), hicimos una parada en los campos de concentración y exterminio de Auschwitz y Birkenau. Si no hubiera sido una visita incluida y de paso obligado hacia nuestro siguiente destino, confieso que seguramente me la habría saltado. Y es que para comprender el horror y odiar la barbarie no necesito pisar el escenario donde se han producido los hechos, ni recrearme escudriñando los terribles pormenores. Además, lamentablemente tampoco creo que hayamos aprendido demasiado, pese a lo escrito en uno de los carteles allí expuestos, que me pareció de lo más significativo. Penoso, realmente. Desde luego, se trata de una opinión totalmente personal.
![]() ![]() En primer lugar, visitamos los Campos de Auschwitz, cumpliendo escrupulosamente el turno de entrada que teníamos en nuestras reservas. Las medidas de seguridad son muy estrictas, casi tanto como en los controles de los aeropuertos. Y hay que presentar la documentación. Nos asignaron un guía de habla española, que nos condujo por el campo y sus diferentes pabellones mientras nos proporcionaba todo tipo de explicaciones. Había bastante gente, así que tuvimos que esperar a que se despejaran algunos tramos. En todo momento, te piden mostrar una conducta respetuosa, como no puede ser de otra forma.
![]() ![]() Aparte de recorrer cada barracón y comprender lo que ocurría dentro, se exponen multitud de objetos, fotografías, pertenencias de las personas allí recluidas… Y se te ponen los pelos de punta, claro está. Prefiero no entrar en detalles y que cada cual lo perciba a su manera.
![]() ![]() Se pueden tomar fotos en casi todas partes, excepto en unos espacios determinados de los que te advierten previamente. ![]() Después de recorrer Auschwitz, fuimos a Birkenau. Allí había muchos menos visitantes. Vimos las vías del tren y estuvimos en varios de los barracones que ocupaban sobre todo mujeres.
![]() ![]() En total, la visita duró unas tres horas, que para mí fueron suficientes. Etapas 13 a 15, total 18
Desde Auschwitz hasta Cracovia, el paisaje cambió bastante respecto del que habíamos contemplado los días anteriores, ya que aparecieron los bosques y empezamos a vislumbrar alguna zona montañosa con un aspecto un tanto romanticón, más del tipo cuento que esperas en centro Europa.
![]() ![]() Cracovia está situada en las márgenes del omnipresente río Vístula y es la segunda ciudad más grande de Polonia con una población cercana a los ochocientos mil habitantes, tres millones si se incluye su área metropolitana. Aunque la ciudad ya existía en el siglo VI, su nombre actual deriva de Krakus (también llamado Grakch), el príncipe legendario al que se considera su fundador.
![]() En el siglo X, ya era un importante centro comercial con un castillo, iglesias y edificios de ladrillo. Destruida tras las invasiones mongolas del siglo XIII, fue reconstruida y consolidó su resurgimiento cuando Casimiro III fundó su Universidad, la segunda más antigua de Europa Central tras la de Praga. Miembro de la Liga Hanseática, la ciudad creció y fue capital de la Liga Lituano-Polaca hasta 1596, cuando pasó a serlo Varsovia. Tras los repartos de Polonia del siglo XVIII, pasó a manos de los austriacos, que ejercieron su dominio (salvo algunos periodos aislados) hasta el final de la I Guerra Mundial, en que se integró en la Segunda República Polaca (1918-1939).
![]() Aparte del tremendo drama humano en que se vieron sumidos sus habitantes, la ciudad en sí no sufrió graves daños durante la II Guerra Mundial, por lo que su legado histórico y arquitectónico se ha mantenido casi intacto. La ciudad vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978.
![]() Nos alojamos en el Novotel Krakow Centrum, a orillas del río y bastante bien situado para conocer el casco histórico, a un cuarto de hora a pie hasta la Plaza del Mercado. Lo único negativo era que toda la calle estaba en obras y resultaba un poco lioso moverse por los alrededores.
Mapa turístico de Cracovia que estaba en la pared del vestíbulo del hotel.
![]() ![]() Estuvimos en Cracovia una tarde y dos días completos, aunque la mañana del segundo día la dedicamos a visitar las Minas de Sal y a última hora de la tarde tomamos el tren hacia Varsovia. Como nuestro deambular por la ciudad fue un poco caótico, voy a contarlo tratando de mantener un orden para no dispersar la información.
![]() Desde el hotel, en dos minutos llegamos al Bulevar Czerwienski, que va paralelo al río, bordeado por una zona ajardinada y con numerosos bares y restaurantes, muy concurridos por la noche. Tanto desde el propio paseo como desde el Puente Debnicki, se contemplan unas buenas vistas de la zona aledaña al río y de la colina de Wawel, situada en la margen izquierda del Vístula; un lugar simbólico para los polacos, donde se encuentran el Castillo y la Catedral.
![]() ![]() Antes de subir hacia el castillo, seguimos un rato junto al río, contemplando la Avenida de las Estrellas, con sus placas doradas en el pavimento, tipo Hollywood. Se empezaron a poner en 2008 y la primera que grabó su nombre y sus manos fue Céline Dion. No nos entretuvimos mucho en localizar a los artistas más famosos, y tomé las fotos al azar.
![]() Colina de Wawel. Más tiempo le dedicamos a la escultura del famoso Dragón de Wawel, que escupe fuego cada cinco minutos, haciendo las delicias de los visitantes que buscan un selfie. De acuerdo con la leyenda, Krakus construyó el Castillo de Wawel sobre la cueva donde vivía un malvado dragón que aterrorizaba a la gente. Fueron muchos los caballeros que intentaron vencerlo sin éxito, hasta que un zapatero le ofreció una oveja llena de azufre; cuando el codicioso dragón se la comió, devorado por el ardor, intentó beberse todo agua del Vístula, pero no lo consiguió y… estalló. La escultura está comunicada con el castillo mediante un túnel excavado en el interior de su supuesta cueva, aunque no le vimos especial interés en recorrerlo.
![]() Accedimos por la Puerta Bernardina, construida en 1945 para sustituir a otra de la época austriaca. Luce bonita cubierta de yedra; y más todavía teniendo a un lado la Torre de Sandomierz, del siglo XV y que fue utilizada como mazmorra. Muy cerca, la Torre de los Ladrones, del siglo XIV, desde donde eran arrojados los criminales al vacío. A esta altura, ya se divisa una buena perspectiva del Vístula.
![]() ![]() ![]() ![]() Ya en los jardines, confirmamos que, tal como nos habían comentado, una de las torres de la Catedral estaba cubierta de lonas y andamios, lo cual afeaba bastante una estampa panorámica del conjunto que no arreglaban ni las flores. En fin, mala suerte. Mirando hacia detrás, el asunto mejoraba un poco. ![]() ![]() ![]() El Castillo de Wawel fue construido por orden de Casimiro III a mediados del siglo XIV y consta de varias estructuras situadas alrededor de un patio central. Más tarde, se añadieron la Torre Pata de Gallina y la Torre Danesa, así como cuarteles para soldados, casas para sirvientes y clérigos, murallas y torres defensivas. Conserva elementos románicos y góticos, aunque su aspecto actual responde principalmente a la renovación renacentista de principios del siglo XVI. En 1595, un incendio quemó la parte noroeste del castillo. Fue reconstruido, pero se abandonó cuando la capital se trasladó a Varsovia. Saqueado por suecos y prusianos, los austriacos lo utilizaron como punto defensivo, cambiando su disposición y dotándolo de nuevas murallas. Tras la II Guerra Mundial, comenzó a ser restaurado y se convirtió en museo. No visitamos el interior, pero sí vimos el Patio renacentista del siglo XVI.
![]() ![]() Parte posterir de la Colina de Wawel desde el final de la calle Grodzca
![]() La Catedral de Wawel, que en realidad se llama Catedral de San Wenceslao y San Estanislao, está situada junto al castillo, formando un conjunto muy fotogénico. Desde hace mil años fue el lugar tradicional para la coronación de los reyes polacos, así como panteón real. Su origen se remonta al año 1020, cuando se erigió un templo del que no queda nada. El edificio actual se construyó entre 1320 y 1364 en estilo gótico, aunque se realizaron posteriores modificaciones conforme a los gustos de cada época. En su interior, destaca la Capilla de Segismundo, uno de los ejemplos más bellos del renacimiento toscano.
![]() ![]() Casco Antiguo (Stare Miasto). Dejamos Wawel por la Puerta Vasa, la única entrada a Wawel hasta mediados del siglo XIX, y nos dirigimos al casco antiguo por la calle Kanonicka, flanqueada por casas renacentistas con bellas fachadas pintadas en tonos pastel que son un recreo para la vista. Y tampoco olvidamos mirar hacia atrás, pues la panorámica de la colina de Wawel es sumamente sugerente desde allí.
![]() ![]() ![]() Más adelante, nos encontramos con la hermosa portada del antiguo palacio donde se encuentra la sede del Instituto Cervantes, que identificamos enseguida al ver la bandera española. Este edificio está en la Plaza de Santa María Magdalena, que comunica con la calle Gotzka, una de las más antiguas de Cracovia y que recorreríamos con más tranquilidad en otro momento.
![]() ![]() ![]() Entre casas y cruzando calles, seguimos hasta la Plaza de Todos los Santos, en uno de cuyos extremos se encuentra el edificio amarillo del Palacio Arzobispal, con la ventana del Papa Juan Pablo II, donde el Papa se asomaba para saludar durante sus visitas a Cracovia.
![]() ![]() ![]() Al otro lado, la Basílica de San Francisco de Asís, que fue una de las primeras construcciones de ladrillo de la ciudad. La iglesia se levantó a mediados del siglo XIII en estilo gótico y, aunque tuvo diversas modificaciones y reconstrucciones a lo largo de los siglos, sigue conservando su estructura primitiva.
![]() ![]() El interior supone una mezcla de estilos: gótico, barroco, neogótico… Exhibe una réplica de la Sábana Santa de Turín y hay una placa en el banco donde Karol Wojtyla asistía a misa antes de ser Papa. Llama la atención el contraste entre las dos capillas del siglo XV y los altares barrocos con la policromía del presbiterio y del transepto y las vidrieras con motivos religiosos de finales del siglo XIX y principios del XX, que fueron obra del artista polaco Stanisław Wyspiański. Me pareció una iglesia peculiar a la que merece la pena asomarse.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Enfrente, está el Parque Plenty, que rodea todo el casco antiguo en un perímetro de 4 kilómetros. Surgió a principios del siglo XX, cuando se derribaron las murallas que estorbaban el crecimiento de la ciudad, quedando solo las aledañas a la Puerta Florián. El espacio intermedio fue ocupado por estos jardines que hoy sirven de pulmón verde y que se pueden aprovechar para descansar un rato con tranquilidad entre caminata y caminata.
![]() El Colegio Maius es el edificio más antiguo de la Universidad Jagellónica de Cracovia y donde estudió Nicolás Copérnico. Tiene un bonito patio interior rodeado de arcadas que data del siglo XV.
![]() ![]() ![]() Cada cierto tiempo se pueden ver desfilando las figuras de madera de su reloj. En este momento, se agolpa mucha gente, pero la mayoría desaparece cuando se ocultan los muñecos y ya es posible contemplar los detalles del patio con tranquilidad. Después, dimos un vuelta por el barrio universitario.
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b]Plaza del Mercado (Rynek Glówny).[/b]
Y llegó la hora de recalar en el lugar más famoso y concurrido de Cracovia, su Plaza del Mercado. Por eso, lo primero fue resignarse a que las fotos salieran muy "humanizadas", pues, naturalmente, estaba llena a rebosar. Y eso que es enorme: la plaza medieval más grande de Europa con una superficie de 40.000 m2. Su origen se remonta a mediados del siglo XIII y su fin principal era el comercio, si bien más adelante se utilizó también para ejecuciones públicas, ceremonias regias y desfiles.
![]() ![]() Está rodeada por casas antiguas de ladrillo, palacios e iglesias. Muchas presentan un aspecto neoclásico, pero su estructura es más antigua, lo que se puede apreciar en ciertos detalles de las fachas y las puertas. Las plantas bajas de muchos de los edificios se han convertido en tiendas para turistas, bares y restaurantes, con sus terrazas repletas en el exterior. La plaza se eleva unos cinco metros sobre el nivel primitivo, por lo cual, bajo el suelo hay bodegas, pasajes y sótanos, algunos convertidos en restaurantes; incluso, alberga un teatro.
![]() ![]() Un ejemplo de lo anterior es la Iglesia de San Adalberto, uno de los primeros templos de piedra del país. Su origen se remonta al siglo XI, siendo, por tanto, casi un siglo anterior a la existencia de la Plaza. El interior es pequeño y su planta se encuentra por debajo del nivel actual del pavimento exterior. En el siglo XVII fue reconstruida parcialmente en estilo barroco, elevando las paredes que se recubrieron de estuco, al tiempo que se añadió una nueva cúpula barroca. En la cripta, se ha instalado un pequeño museo sobre la historia de la plaza.
![]() ![]() En el centro, está la Lonja de los Paños (Sukiennice), concebido como centro de tejidos en el siglo XIV, fue pasto de las llamas en 1555 y reconstruido después en estilo renacentista. Las arcadas se añadieron en el siglo XIX. La planta baja está ocupada por tiendas y cafeterías, siempre repletas de gente. En la planta superior, está la Galería del Museo Nacional.
![]() ![]() A un lado, se encuentra la Torre del antiguo Ayuntamiento, lo único que se conserva del primitivo edificio gótico del siglo XIV. Tiene 75 metros de altura y se ha convertido en museo y mirador. Sus panorámicas no son tan imponentes como las de otros miradores, pero por circunstancias fue el único mirador al que pude subir en Cracovia.
![]() Museo de la Torre del antiguo Ayuntamiento. ![]() No es que las perspectivas fuesen del todo malas, pero no se permite salir al exterior de algunos de los balcones, con lo cual las vistas que capté no son completas y los reflejos de los cristales también molestaban. Claro que lo peor eran los andamios de la Basílica... Pero, bueno, algunas salieron potables y las estoy poniendo para ilustrar diversos comentarios.
![]() ![]() ![]() Casi en la puerta, está Eros Bendato, una figura en forma de cabeza interactiva del famoso escultor polaco Igor Mirotaj (me gustaron mucho las obras que tiene expuestas en Sicilia). La interacción hay que descubrirla in situ. ![]() ![]() Muy cerca de la Basílica de Santa María está el Monumento de Adam Mickiewicz, un poeta y patriota polaco del movimiento romántico, conocido sobre todo por su obra Pan Tadeusz, poema épico nacional polaco. Es un punto típico de reunión en esta plaza, donde hay muchas otras cosas que descubrir aparte de las que he relatado: cafeterías históricas, tiendas centenarias donde se venden dulces y chocolates (qué ricos)… En fin, de todo y para todos los gustos.
![]() ![]() ![]() Basílica de Santa María. El segundo disgusto que nos dio Cracovia fue encontrarnos a la Basílica de Santa María con andamios y lonas que cubrían parte de su fachada y su torre más alta al completo. No era poco que nos pasara con la torre de la Catedral de Wawel, que con esta, también. Una pena porque había que evitar el templo en las panorámicas de la Plaza del Mercado, precisamente uno de sus principales atractivos. Vamos, que no es lo mismo.
![]() Hubo dos iglesias anteriores en el lugar donde se construyó la actual, entre 1355 y 1365, durante el reinado de Casimiro III. Su intención era competir con la Catedral de Wawel. De estilo gótico, se utilizó el ladrillo como material principal. A mediados del siglo XV se añadieron las capillas laterales y a principios del XV se añadieron las dos torres. La norte, de 80 metros, era más alta, pues servía también como torre de vigilancia para la ciudad; la más baja mide 69 metros, se le añadieron elementos renacentistas y se utiliza de campanario.
![]() A la torre norte también se la conoce como Torre Hejanl, ya que un trompetista toca desde su parte superior el Hejnal mariacki, una melodía tradicional polaca que conmemora la muerte de un trompetista en el siglo XIII al recibir un flechazo en la garganta cuando daba el aviso de la proximidad de las tropas mongolas que iban a invadir la ciudad. Pese a las lonas que cubrían la torre, el ritual continúa, así que pudimos oírle tocar.
![]() ![]() En el siglo XVIII, se añadió un pórtico barroco pentagonal en la fachada principal, se reconstruyó el interior en estilo barroco tardío y se rehízo la decoración utilizando policromía. A finales del siglo XIX, se añadieron murales y vitrales neogóticos. En 1970, se convirtió en Basílica.
![]() ![]() ![]() Entre las joyas medievales que conserva la basílica destacan un gran crucifijo de arenisca y un retablo de madera del siglo XV, ambos obra de Veil Stoss. El retablo es el más grande de Europa, con 12 metros de longitud y 11 de alto, su estilo es gótico tardío. Entramos antes de las doce, hora en que una monja lo abre en lo que representa todo un ceremonial frente a los expectantes turistas allí congregados. De modo que pudimos verlo cerrado y abierto. Merece mucho la pena, tanto de un modo como de otro. Las figuras son una maravilla.
![]() ![]() Además de la fachada principal -que da a la Plaza del Mercado-, una de las portadas de acceso da a la Plac Mariacki (Plaza Mariana), que surgió a principios del siglo XIX, cuando un cementerio cercano fue cerrado y convertido en plaza pública. En un lateral se encuentra la Iglesia de Santa Bárbara, en cuyo exterior se puede ver una capilla con una rica decoración escultórica. En el centro, hay una fuente con una escultura muy curiosa que se llama “Zak”, nombre que se daba a los estudiantes universitarios en la Polonia medieval. Tampoco hay que perderse la Plaza Maly Rynek, situada en la parte posterior de la Basílica y que antaño se utilizaba como mercado auxiliar, donde se vendían productos como la carne o el pescado.
![]() No muy lejos de la Plaza del Mercado, está la Calle Florianska, que formaba parte del Camino Real, comunicando la Plaza del Mercado con el acceso a la ciudad amurallada medieval. Siempre está llena de gente, es muy comercial y con bonitas casas renacentistas, algunas con mucha historia, como el hotel más antiguo de Cracovia, viejas tabernas y locales donde se reunían intelectuales y artistas, entre los que destaca Jama Michalika.
![]() ![]() ![]() Al fondo, vislumbramos la Puerta Florián, del siglo XIV, y cuyo nombre se debe a San Florián, cuya imagen está en la parte superior. Antaño, formaba parte de las murallas, que contaban con 8 puertas y 39 torres. Ahora solo quedan la Puerta de Florián, la Torre de los Carpinteros, la Torre de los Ebanistas y 200 metros de muro. A ambos lados de esta puerta, se extiende la calle Pijarska, con un mercadillo donde los pintores venden sus cuadros, remedando la Galería Obrazov de antaño.
![]() ![]() ![]() Cruzando la Puerta Florián, nos topamos con la Barbacana, una fortificación circular que estaba conectada a las murallas por un pasadizo cubierto. Rodeada de un gran foso con un patio interior de 24 metros de diámetro y siete torretas, sus muros tienen tres metros de grosor y 130 aspilleras. Construida con ladrillos a finales del siglo XV y en estilo gótico, es el puesto fortificado medieval mejor conservado de Europa. Dándole la vuelta, resulta impresionante desde todas sus perspectivas. En el interior se celebran exposiciones.
![]() ![]() Volvimos a cruzar la Puerta Florián intramuros y continuamos por la calle Pijarska, donde en pocos metros vimos varios lugares muy interesantes, como el Palacio de los Príncipes Czartoryski, el antiguo monasterio de los Escolapios, el Arsenal del siglo XVI y la Torre de los Carpinteros, de finales de los siglos XIV y XV. También el Museo Czartoryski, al que me referiré más adelante. Muy cerca, está la Iglesia de la Transfiguración, de 1720, con un interior barroco pleno de ornamentación y pinturas.
![]() ![]() Regresamos a la Plaza del Mercado por la calle Slawkowska, vimos una capilla en el exterior de una iglesia que no he podido identificar y algunos establecimientos con nombres “curiosos”.
![]() Llegamos a la plaza Szczepanski, con una fuente en el centro, la Academia de Artes en un extremo, y rodeada de casas elegantes, como el curioso edificio donde está el restaurante donde almorzamos, con varias figuras esculpidas en la fachada. Tomamos un menú tradicional polaco de montaña en un restaurante con paredes de ladrillo y muy ambientado en estilo rural.
![]() ![]() ![]() Etapas 13 a 15, total 18
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