Viaje iniciado por el norte, San Pedro de Atacama y sus alrededores. Tour a Uyuni a través de la Reserva Andina Eduardo Avaroa. Carretera Austral desde Coyhaique. Autor:AlejandriaFecha creación:⭐ Puntos: 4.8 (17 Votos)
El Chelenko y las cavernas de mármol. Santuario de la Naturaleza Capilla de Mármol. Sector Puerto Tranquilo y Puerto Sánchez.
Ayer quedamos con Carolina, la chica que tuvimos de acompañante en Laguna San Rafael, que nos haría de guía en nuestra visita a las Cuevas de Mármol. Es su especialidad y las ha estudiado a fondo.
Pero finalmente no pudo ser porque le surgió otra excursión a Laguna San Rafael.
Por ese motivo hicimos esta excursión saliendo del mismo pueblo de Puerto Tranquilo, desde su costanera en la que hay un pequeño puerto. Con la empresa en la que ella trabaja como guía y en la que también trabaja su marido.
Hay muchas empresas que hacen esta navegación. Una calle entera llena de oficinas de empresas que la ofrecen.
Salir desde este punto supone más rato de navegación y más exposición al oleaje del lago.
Salir desde Bahía Mansa, Puerto Mármol, supone menos rato de traslado y desde aquel punto las excursiones son de menor duración.
Pero en ambas modalidades se visita lo mismo.
El precio es de 10.000 CLP si van más de 5 personas. Si son menos hay que pagar 50.000 CLP
El día no está lluvioso pero sí nublado y con viento. Nada del día radiante de ayer que tanto nos hubiera hecho falta en esta excursión. La Luz es fundamental para apreciar mejor lo que vamos a visitar. Pero hay que atenerse a lo que se presenta.
Pero mejor es no quejarse, en la Patagonia ya se sabe….
Ya he mencionado en otras etapas el nombre de Chelenko y Lago General Carrera. Chelenko significa “aguas turbulentas” en lenguaje tehuelche. Y es que el lago General Carrera se comporta más como un mar que como un lago. El clima de su entorno es frío y ventoso y no deja de extrañar el nivel de oleaje más propio de un sistema marino.
Precisamente esa fuerza del oleaje es la causante de esculpir las atracciones que hoy vamos a visitar.
Con el nombre genérico de “Santuario de la naturaleza Capilla de Mármol” se abarca un conjunto de formaciones minerales de carbonato de calcio que se ubican en las riberas del lago General Carrera. Afloramientos de mármol que se encuentran a lo largo de una franja costera, en el mayor acantilado de mármol azulado del mundo. Más en concreto en lo que se conoce como la Puntilla El Mármol, alrededor del cual se encuentran las atracciones más conocidas, Catedral, Capilla, Cavernas y en el sector noroeste, cerca de Puerto Sánchez, por la isla Panichini y sus islotes cercanos. Todo ello declarado Monumento Nacional Chileno en 1994.
Cavernas de Mármol
Aunque las rocas erosionadas corresponden a mármoles que se originaron hace millones de años la formación de las cavernas se estima que corresponden a un fenómeno kárstico más reciente, unos 15 mil años.
Se cree que el sector cuenta con más de 5000 millones de toneladas de mármol con una ley del 94% de carbonato de calcio.
Durante más tiempo del que podemos asimilar, el viento y el agua han ido gastando la piedra caliza hasta que los estratos de mármol afloraron en la superficie.
El guía de nuestra embarcación, compartida con otras cuatro personas más, además de nosotros cuatro, va dándonos las pertinentes explicaciones. Pero echo de menos la simpatía y el desparpajo de Carolina.
Lo primero que recorremos es la zona de las cuevas de la Punta Mármol.
Vamos costeando esta zona del lago. Hay mucha variedad de formas y de oquedades. La barca incluso penetra en alguna cueva, en las más grandes, y podemos ver las formaciones de esquistos y colores marmóreos en los que el blanco es predominante.
En el interior de las cavernas el brillo del agua se refleja en las paredes y se aprecia la claridad y transparencia de esta agua. Puedes hasta tocar la superficie rugosa de las galerías.
Con la leve luz interna de estas cavernas y las aberturas irregulares de las mismas queríamos obtener fotos con efectos distintos.
El sonido de las olas golpeando suavemente contra las paredes hace eco en alguna caverna, acompañado por el de las gotas de agua que caen ocasionalmente del techo de mármol.
Nos van señalando algunas formaciones que recuerdan figuras conocidas, trompas de elefante bebiendo, cabeza de un perro, tortuga queriendo entrar en una cueva…….
Se deja para el final, quizá, lo más emocionante.
La Catedral de Mármol se comienza a ver.
Aquella formación que parece sostenerse sobre arcos ojivales. Es un islote cubierto de vegetación.
No hay ningún caso en el mundo de una catedral que íntegramente sea de mármol y además se encuentre encima de un lago.
Pues en Chile, sí. Solamente que está en bruto, sin pulir.
Ya no es posible entrar y navegar por entre sus arcos ojivales, ni siquiera los kayaks. En aras de proteger esta maravilla natural.
La vamos rodeando al completo para no perdernos detalle. La luz y el suave oleaje hacen que los colores se muevan en un baile de azules grisáceos y turquesas, amarillos gastados, rosados y blancos puros.
El blanco es el indicador de mayor pureza, el resto de colores indican la mezcla de otros minerales o impurezas.
Es de admirar el profundo color turquesa del agua que proyecta en las superficies grises y blancas un tono azul etéreo.
Y los contornos de la piedra te hacen evocar composiciones asombrosas.
Y todo esto con un día nublado. Con luz del sol tiene que ser un tremendo disloque.
Al lado se yergue otro islote más pequeño pero de similares características. Es el que se conoce como Capilla de Mármol.
No es solo un nombre sin más, tiene la categoría de capilla y se encuentra registrada como tal. En su interior han tenido lugar algunas celebraciones, incluso bodas.
Además de que es la que da nombre al conjunto del Santuario de Naturaleza.
En la actualidad no es posible penetrar tampoco por entre sus arcos. Como en la Catedral.
El regreso a Puerto Tranquilo se hace de forma más rápida. La Lancha parece tener prisa y unido al efecto del viento y la salpicadura de agua quita parte de la magia de lo vivido. Con razón te hacen entrega de una capa impermeable junto con el chaleco salvavidas. No me gustó nada...
Si hubiera hecho un día claro de sol quizá hubiéramos decidido aventurarnos por Valle Exploradores de nuevo para visitar el mirador del Glaciar Exploradores que se nos había quedado pendiente. Pero creímos que no nos compensaba. Son algo más de 50 kilómetros, y otros tantos de vuelta, por estas carreteras. Y de glaciares ya íbamos bien servidos.
Así que decidimos adelantar camino hacia Villa Cerro Castillo. Debido a las obras en la Ruta 7 cercanas a esta población había unos horarios de paso establecidos en ese sector de la carretera Austral que había que tener en cuenta.
Como la carretera estaba cerrada de 12 a 5 de la tarde, ya teníamos pensado donde invertir ese tiempo.
Como ya dije antes, además de las cuevas del sector de Punta Mármol, están las cuevas de mármol del sector Islas Panichini.
A las mismas se puede llegar desde Puerto Tranquilo en excursión hacia este punto o como extensión de los recorridos mencionados. Pero ello requiere más rato de navegación por el lago General Carrera. Con sus pros y sus contras. En un día tan picado como el que nos tocó no era muy agradable estar navegando en una embarcación tan precaria y pequeña. Por otro lado, útil para introducirse en alguna cueva de mármol.
Lo mejor es navegar por estas cuevas desde Puerto Sánchez ya que el sector Panichini está muy cerca de este pueblo.
Esta opción ya la teníamos pensada porque Carolina nos había indicado que esta navegación era más auténtica y exclusiva hacerla desde Puerto Sánchez. Y más en concreto con una pareja de vecinos del pueblo que estaban realizando un itinerario novedoso. Esa recomendación viniendo de ella que trabajaba en una empresa similar, tenía su valor y la agradecimos un montón.
Y tampoco quedaban muchas dudas porque, sin un motivo muy aparente, las islas Panichini y el pueblo de Puerto Sánchez se habían colado desde el principio en el posible itinerario de nuestro viaje.
Para llegar a Puerto Sánchez desde Puerto Tranquilo hay que seguir la Carretera Austral y como a unos 25 km. hay un desvío a la ruta X-731 que cruza el río Murta y luego pasa por el pueblo de Bahía Murta para finalizar en Puerto Sánchez, unos 28 km. más de carretera escénica, serpenteante y divertida.
No nos detuvimos en el pueblo de Bahía Murta pues ya teníamos una hora concertada con Paola, la chica que forma parte del grupo de jóvenes emprendedores de la región y fundadora de Turismo Cirviolet junto con su pareja Gonzalo.
Si ves en algún mapa el trazado de la carretera a partir de Bahía Murta, directamente te dan ganas de volverte atrás. Pero también te pica la curiosidad.
Las grandes y pronunciadas curvas de la sinuosa y angosta ruta de ripio, no asentado ni duro, comienzan a la salida del pueblo de Bahía Murta.
Hay un par de miradores con vistas excelentes que visitaremos a la vuelta.
Vamos despacio superando una a una estas pronunciadas curvas. Pero llegados a un sector que llaman la Candonga tuvimos que parar. Este sector creo que supera en apariencia peligrosa al Paso de las LLaves desde Chile Chico, pero es mucho más corto.
La carretera se estrecha algo más, un enorme precipicio vuelca hacia el Lago General Carrera y de la otra parte un enorme paredón de piedra.
Paramos para calibrar el peligro y hacernos una idea. Sobre todo mi marido que es el que conducía.
Mi marido dijo que si por allí pasaban coches el nuestro también pasaría.
Y claro que pasamos.
Puerto Sánchez es un pequeño poblado situado en la ribera norte del Lago General Carrera y perteneciente a la Comuna de Río Ibáñez, si bien llevan ya unos años queriendo ser un pueblo independiente.
Es de los más antiguos de la región. Sus primeros habitantes llegaron bordeando el lago desde Puerto Ingeniero Ibáñez, allá por 1920.
Unos años después, geólogos de la mina de Puerto Cristal , encontraron un importante yacimiento de cobre cerca del pueblo. Era el yacimiento Las Chivas. Al que siguieron el Pelao, el Toro, Olguita..
La época de esplendor del pueblo fue de 1950 a 1980, y todas estas minas atrajeron gran número de trabajadores y el pueblo creció en habitantes.
Pero los minerales comenzaron a escasear y los yacimientos fueron cerrando por no ser rentables. En 1992 el pueblo al completo fue comprado por la familia Walker Prieto que donó algunos terrenos a algunos antiguos pobladores. Que son los que dan ahora vida a este pueblo.
Para llegar a Puerto Sánchez había que navegar por el Lago General Carrera, solo tenía acceso por el agua. Desde el año 2000 se puede acceder por la carretera que hemos transitado. Se han ido renovando algunos de sus edificios, mejorando sus calles y accesos. Y sus bonitos atractivos lo han ido abriendo un poco al turismo.
Aunque aún no tiene el turismo de masas. Afortunadamente para los viajeros que buscan atracciones auténticas y gente amable.
Habíamos quedado con Paola en la playa del pueblo en la que hay un pequeño embarcadero.
Esta playa es una de las que mejores vistas tienen del lago General Carrera. Y enfrente ya se ven las islas Panichini
Enseguida llegan Paola y Gonzalo y nos subimos a la barca que tienen amarrada en el pequeño puerto.
Es una excursión personalizada y para nosotros cuatro solamente.
La excursión trata de descubrirnos los secretos y atractivos que ofrece la Isla de los Arrayanes, la isla más grande de todas las islas Panichini. Llamada así porque en la isla hay un reducto de un bosque milenario de arrayanes.
El Principal tesoro de las islas Panichini, y la de Arrayanes en particular, son sus Cavernas de Mármol, declaradas monumento natural como ya mencioné.
Pero la isla de los Arrayanes tiene además atractivos en su superficie, pampas de amarillento coirón castigado por el viento, con ejemplares de bosque nativo y posible avistamiento de aves silvestres.
Nosotros vimos algunos caiquenes pero abundan otras más, e incluso es posible ver cisnes de cuello negro y avutardas.
La particularidad de esta isla es que es propiedad de la familia de Paola. Su abuelo compró las islas Panichini, son unas 14 islas, para dedicarlas a la cría de ganado. Comenzó introduciendo ganado vacuno, pero fue un fracaso porque las vacas son un poco cerradas y caían por el abismo hacia el agua.
Las ovejas fueron más listas y se adaptaron perfectamente a vivir solas en la isla, sin ningún tipo de depredadores y con menos nieve en invierno.
Su abuelo, posteriormente, vendió las trece islas restantes y se quedó con esta isla solamente. En otra de las islas hay incluso una vivienda construida.
Paola de pequeña acompañaba a su abuelo en sus idas y venidas desde tierra firme a la isla, siempre en su embarcación y fue aprendiendo el manejo de esta y creciendo con el cariño a la tierra de sus antepasados.
La empresa que ha montado recibe el nombre de Cirviolet. Porque su abuelo se llamaba Cirilo y su abuela y mamá, Violeta.
Historias y charla geológica nos acompaña en nuestro tour por las cavernas de mármol de esta isla que siguen mostrando formaciones sorprendentes.
Siendo el mismo concepto que las que hemos visto en Puerto Tranquilo. Formaciones con variedad de colores, texturas y formas.
Posee cavernas bastante grandes y la embarcación penetra en varias de ellas. Pudiendo con ello comprobar la variedad de colores bañados de iluminación natural, los reflejos del agua cristalina del lago.
La sensación de estar dentro de estas cavernas milenarias es una sensación rara. Formas parte del oleaje que impacta sobre las paredes de la caverna, te puedes enfrentar a las estalactitas irregulares y admirar la variedad de formas de la roca, su colorido y distribución del mismo…
Por aquí también hay figuras que te recuerdan algo… Esto era la silueta de un animal… Y no recuerdo cual…
Pero esto no ha hecho más que comenzar.
Porque en una de las playas de la isla se desembarca y entonces caminaremos por el interior de túneles y cuevas de mármol.
Esto es el aspecto diferenciador de esta excursión. No solo que es personalizada y exclusiva, sino que se camina por el interior de estas formaciones geológicas.
Han habilitado ellos manualmente un sendero desde la playa que se introduce en las entrañas de la isla. Llevamos casco reglamentario y frontal.
El recorrido es sumamente interesante porque ahora eres partícipe directo de lo que antes hemos visto como espectadores desde la barca. Ahora, además de verlo, lo podemos sentir, tocar y oler.
La leve luz interna remarca las aberturas irregulares de las paredes de las cuevas y a través de las mismas se divisan retazos de paisajes bastante atractivos.
La pareja está también habilitando un sendero que asciende a la cima de la isla. Creo que dijeron que estaban preparando un mirador, no lo recuerdo bien…
Yo les pedí permiso y subí a lo alto. Desde luego puede ser un lindo mirador. Los paisajes y panorámicas del lago, la costa de Puerto Sánchez, el conjunto de las islas… Y en el trasfondo de las panorámicas siguen apareciendo altos picos nevados.
Sobre esta isla ellos realizan también opciones de trekking . Siempre que se lo pidas.
La verdad es que hubiera estado bien. Pero no disponíamos de más tiempo. Y ellos tenían ya un viaje comprometido a Coyhaique.
Por eso tampoco nos acercamos a los restos de las minas y al cementerio de barcos. Aunque esto último creo que son solo dos barcos, restos de las actividades mineras.
Y es que ya era la hora que teníamos concertada para comer en la casa de una vecina de Puerto Sánchez.
Paola lo había arreglado con anterioridad bajo nuestra petición.
No habíamos visto ningún restaurante en el pueblo y parece que no lo hay como tal. Pero hay dos vecinas que se encargan de hacer comidas para los visitantes, bajo petición.
Así que deprisa le pude echar una ojeada a una especie de parque que hay junto a la playa en el que hay muestras de maquinaria antigua y una exposición de grandes bloques de rocas de la zona.
Se puede contactar con Paola y Gonzalo, en su Facebook de @turismo cirviolet, en su correo, turismocirviolet@gmail.com y en el teléfono 569 96705493.
Es una pareja que os encantará. Aparte de que es bueno contratar con gente nativa del pueblo que quieren dar vida al mismo con proyectos nuevos y no tener que emigrar a sitios más poblados y renunciar a sus raíces, a su entorno conocido y querido.
Comimos estupendamente en la casa de Alfita Luz Barria Ojeda. Según figura en su diploma de inglés que tiene colgado en su comedor.
El comedor es como puede ser cualquier otro de una casa particular. Nos fue sirviendo una comida casera preparada con cariño para nosotros y aderezada de buena conversación.
Está muy orgullosa de ser la que prepara las comidas a los médicos que vienen de visita al pueblo a pasar consulta esporádicamente.
Estos ratos de conversación con la gente de los pueblos no tienen precio. Esta gente es la otra gran riqueza de la zona.
Casi todos con el denominador común de amar su territorio. Se consideran afortunados de vivir en sus pueblos y hablan de ellos con todo el cariño que pueden expresar.
De Alfita no tengo el teléfono porque la comida la concertó Paola. Pero tiene que ser conocida en el pueblo ya que son muy pocos vecinos.
Un pueblo pequeño y encantador. Rodeado de más encantos también. Y al que se llega por una carretera de montaña de lo más escénico.
A la vuelta por esta carretera ya si que nos fuimos parando algo más para disfrutar de las hermosas panorámicas de brazo del lago General Carrera que se adentra en la tierra. Y de otra panorámica con la que se puede alucinar.
Es la desembocadura en el lago de tres ríos, el río Murta, el río Engaño y el río Resbalón.
Con el telón de fondo de los valles por los que han discurrido estos ríos y las montañas que han amparado estos valles.
Hacia la derecha el pueblo de Bahía Murta en toda su extensión.
Este pueblo de Bahía Murta es relativamente nuevo. Con anterioridad estaba enclavado a orillas del río Engaño. Pero ese río ha ido demostrando a lo largo de los años lo traicionero que puede ser, con grandes avalanchas que se llevaba todo por delante. En los años de 1960 y 1970 fueron trasladando sus viviendas al pueblo de Murta nuevo.
En 1978 bajó una gigantesca avalancha del río Engaño que asoló todo el pueblo de Murta antiguo. Tan solo sobrevivió su pequeña iglesia de tejuelas que edificaron en 1950 dedicada a Santa Rosa de Lima y cuya fiesta religiosa siguen celebrando cada 30 de agosto.
El pueblo de Bahía Murta también tiene su nueva iglesia.
El pueblo se dedica a la ganadería de vacuno y la carne que se vende en este pueblo ha alcanzado fama de ser muy buena y es frecuentada por localidades vecinas y por gente de paso.
Realmente Bahía Murta es un pueblo privilegiado por la naturaleza. En su entorno el río Murta forma parajes preciosos, está rodeado de bonitas montañas y bosques para hacer rutas, un lago cercano (el Escargot), baños termales y el lago General Carrera en la desembocadura del río Murta en donde se puede hacer pesca deportiva, kajak, paseos en bote…..
En este pueblo no nos dio tiempo a visitar nada más. Ya habían pasado las cinco de la tarde y el tramo cortado de la carretera austral ya debería de estar abierto.
Al inicio del recorrido por Carretera Austral llegamos a Villa Cerro Castillo. Tal y como se cuenta en la primera etapa.
Pero luego nos adentramos en la carretera de la Ruta de las Ardillas y ya no seguimos circulando por carretera Austral hasta Puerto Río Tranquilo, que suele ser el trazado normal y de lo primero que se ve viajando por Carretera Austral. Pero nosotros acabamos dando un rodeo por Puerto Ingeniero Ibañez, como ya he contado.
Así que el trazado de la carretera austral desde Puerto Tranquilo a Villa Cerro Castillo es inédito para nosotros y lo vamos a ver por primera vez.
Seguiremos viajando acompañados de paisajes que nos agasajan con su belleza. Y en un día que comenzó con tiempo desapacible e inestable y que ha ido evolucionando a mejor, ya en la tarde.
Así que vamos admirando este paisaje igual de atrayente que en la mayoría de los contemplados desde carretera austral. Los Cohigües muestran su verde más bonito y entre los que asoman algunos ciruelillos. Por varios kilómetros la carretera sigue el valle del río Murta al que se acerca en unas cuantas ocasiones. Incluso hay un mirador para poder admirar su color opaco de verde esmeralda.
Pero antes, al salir del pueblo de Murta, casi para encontrarnos con la Ruta 7, el río Murta nos regaló unas bonitas estampas.
Cuando se aleja de este río van apareciendo otros hitos en el camino. La carretera sube dejando la laguna Cofré de lado para encaramarse en el Portezuelo Rio Cajón – Cofré, con una altitud de 600 metros.
Kilómetros más adelante el trazado de la carretera atraviesa como un valle inundado y a veces parece que va a ras de agua. Se distinguen esqueletos de troncos secos, como un cementerio de árboles, el Bosque Muerto.
El causante de todo este destrozo es el volcán Hudson que nadie había tenido en cuenta por su casi permanente inactividad hasta que en 1971 se despertó y la gran cantidad de cenizas que produjo, al ser luego arrastradas, provocaron un desvío del curso del río Ibañez.
El flujo de material se encontró con esta zona plana generando cambios en el eje del río y múltiples brazos que inundaron transportando este material a los bosques que crecían en este valle, causando su asfixia.
Veinte años después, en 1991, volvió a repetirse la erupción y el mismo efecto de la gran cantidad de cenizas arrastradas.
Así que estos troncos que sobresalen del agua es un permanente recuerdo de lo que alguna vez fue un bosque y la vida que los envolvía.
Alcanzamos el tramo de carretera por el que la están asfaltando, siendo este el motivo del corte de la misma en determinado horario. El tramo que se pretendía asfaltar era el de Lago Verde a Puente Cascada.
Se acabó el ripio ¡¡¡¡¡¡¡.
Carretera Austral cuenta ya con más kilómetros de ruta asfaltada.
Luego aparece en escena Lago Verde, con un bonito panorama del valle del río Ibañez. Esta laguna es frecuentada por gran variedad de aves, en especial varias clases de patos.
El Lago Verde es alimentado por el río Sin Nombre y desagua por el río Manso. Un río muy corto pues enseguida desemboca en el río Ibañez.
Un gran mirador contempla la Confluencia de ambos ríos, el Manso y el Ibañez. El Lago Verde, más del Valle del río Ibañez. Una vista inédita de Cerro Castillo, con otro ángulo. Vistas del Cerro Campana y el Cerro Palo.
Este es el mejor mirador del Cerro Palo. El eterno y fiel compañero de Cerro Castillo. Impresionante torre que destaca por sus paredes verticales en todos sus lados.
Un poco antes de este mirador sale a la derecha la ruta X-727 que más adentro se une con la X-725 en las cercanías del Lago Laparent. Esta última es la que se bifurca de la Ruta de las Ardillas que transitamos el primer día. Con ello se completa un circuito muy atractivo.
Más adelante nos sale al paso el cruce a la desviación para visitar el Paredón de las Manos, y llegamos al pueblo de Cerro Castillo.
En todo el camino hemos efectuado las llamadas pertinentes para reservar alojamiento en este pueblo.
Uno de los más recomendados, El Refugio, se encuentra completo. Pero logramos obtener habitación en La Casona que no se encuentra en el mismo pueblo.
Así que atravesamos de nuevo Cerro Castillo. En esta ocasión en horario de tarde y con una visión del Cerro Castillo muy distinta de la del primer día.
Nos dirigimos por el acceso al pueblo Puerto Ingeniero Ibáñez, al inicio, en el sector que llaman Bajada Ibáñez.
Busquen una casa rosada, nos dijo Mary Sandoval, la dueña de la Casona. No tiene pérdida.
Y, efectivamente, no tiene pérdida. La casa Rosada es bien visible.
Y se encuentra en un lugar con unas vistas incomparables de Cerro Castillo. Sus puntas de roca y hielo son bien visibles desde aquí. Desde una pradera extensa que flanquea la casona. Desde el ventanal de nuestra habitación. Incluso su cocina tiene otra ventana con estas vistas preferentes.
Estuvimos alojados solo una noche, pero tuve tiempo de charlar largo rato con ella. Mary no ha conocido más vivienda que esta. Era la casa de sus padres y de sus diez hermanos. Todos se criaron allí. Cuando sus padres faltaron ella se animó a quedarse con ella e ideó la forma de rentabilizar tanto espacio.
Como muchos otros vecinos de esta región, sus palabras trasmiten la pasión y el cariño por su tierra.
Al día siguiente teníamos que despedirnos y nos obsequió con un rico desayuno. Bueno, está incluido en el precio de la habitación. Al igual que la conversación.
Nos dirigimos de nuevo al pueblo a ver lo que podemos hacer.
En la Bajada Ibáñez, creo que nos detuvimos casi en el mismo lugar que el primer día. Y cuán diferentes son las vistas del macizo de Cerro Castillo de un día a otro.
Hoy de nuevo tenemos un día espléndido.
El Cerro Castillo es un macizo de roca y hielo alineado de norte a sur, formado por un torreón central y rodeado por varias torres y frágiles agujas de roca negra. Esta intricada forma de torres y agujas es la que precisamente le ha otorgado el nombre de Castillo.
Se encuentra dentro de lo que es el Parque Nacional Cerro Castillo y el pueblo del mismo nombre se extiende a sus pies.
En este parque hay buenas opciones de trekking. Un circuito ha sido catalogado como uno de los más bellos de Chile. La zona la están llegando a equiparar con Torres del Paine. Hay hasta quien dice que es más bonito.
El circuito es el llamado de las Horquetas, con entrada desde la Laguna Chiguay. Esta travesía tiene un concesionario que es un guía local de Villa Cerro Castillo.
Aunque hay algunos trekking más por el macizo y el parque. Como la subida a Laguna Cerro Castillo, una de las más vistosas en recorridos de un día, sin tener que acampar.
Fuimos a la oficina de información turística que hay en el pueblo. Al objeto de que nos informaran de alguna ruta no muy larga para poder realizarla en aquella mañana tan soleada.
Me vuelvo a repetir, pero aún no se me habían quitado las ganas de subir a laguna del Cerro Castillo.
Pregunto y me dicen lo que ya se. Que son varias horas de caminata hasta la laguna, y vuelta. Los compañeros tampoco se deciden a hacerla.
Les pregunto por la opción corta. Una ruta de dos horas hasta el Mirador del glaciar Peñón y la Cascada del Rey.
Esta ruta va por el mismo sendero, que sale de la oficina de información, cruza la carretera y se adentra en la zona denominada El Bosque. Pero este sendero tiene también un concesionario particular y hay que pagar 18.000 CLP, hagas la ruta completa o solo vayas hasta el mirador.
No terminábamos de decidirnos por esta opción.
Queríamos caminar un par de horas por el Valle del Río Ibáñez, en plan tranquilo.
El chico nos dice que no se puede. Me parecía que ello no podía ser verdad. Más tarde comprendería la razón.
Otras opciones de actividades en los alrededores son la Ruta de las Ardillas, que ya la habíamos realizado, cabalgatas contratadas con alguna empresa que sí que se pueden internar en esos senderos o la visita al Monumento del Paredón de las Manos.
Yo me inclinaba por haber ido hasta la ruta que se internaba hacia el Lago Laparent y entorno de Lago Alto, que ayer vi dónde se bifurcaba, y conectar de nuevo al final con la Ruta de las Ardillas. Pero no quería insistir porque habían sido muchos los kilómetros conducidos en ripio los pasados días y notaba ya cansado a mi marido. Y ya había dado por finalizada la conducción por ripio.
Como el pueblo es pequeño se recorre en poco rato.
Después, con el coche nos acercamos a la zona en dónde se encuentra el acceso al Paredón de las Manos y el Museo de la Escuela Antigua.
Situados a unos pocos kilómetros del pueblo siguiendo la ruta 7. En concreto dos kilómetros en carretera Austral y otro kilómetro en un camino vecinal.
Ambos, el Museo de la Escuela Antigua y el Paredón de las Manos, se encuentran insertos en un paraje natural muy bonito y representan los hitos del antiguo pueblo que han sobrevivido en el tiempo.
Junto al aparcamiento un edificio moderno, construido en 2012, alberga la administración de todo este lugar.
Pero todo está cerrado y hasta parece poco cuidado. No hay apenas visitantes. Tan solo otra pareja de caminantes y nosotros.
No obstante el sendero que sube hasta el acantilado se encuentra abierto.
Hay un primer mirador con un especie de mesa de orientación en la que se sitúan los cerros del macizo Cerro Castillo: Cerro la Vieja, a la izquierda de Cerro Palo. Cerro Palo, Cerro Castillo, Cerro Peñón, glaciar del Peñón, Cerro el Cacique, Cerro Imágenes…A las que hay que añadir unas primeras vistas del inigualable paisaje que forma el río Ibáñez en su curso por esta zona.
En otro mirador habilitado se comienzan a ver los acantilados hacia los que el camino se dirige y en dónde se sitúa el Paredón de las Manos.
El camino es también un sendero interpretativo con carteles varios sobre las flora que nos rodea y el tema final, el Paredón de las Manos.
Que no es otra cosa que paredes rocosas donde se puede observar la impresión de manos plasmadas en la piedra efectuada por culturas tehuelches, según alguna versión, y anteriores a los tehuelches, según otras versiones. Un gran paredón rocoso con más de un centenar de pinturas de improntas de manos, la mayoría negativos izquierdos en rojo.
Hechas a base de tierras de color y de diferentes tipos de óxidos de basalto, estos vestigios han perdurado a través del tiempo gracias a las condiciones en las que se encuentran: les llega poca luz y agua
En la pared se observan pequeñas manos de niños. Ellos también participaron en la creación de esta gran pintura “mural” y en las ceremonias sagradas. Quizá jugando e imitando a sus padres.
El alero en donde se encuentran las pinturas de las manos es uno de los muchos aleros que se pueden encontrar en este sistema de acantilados y mesetas volcánicas del río Ibáñez que se han ido formando por el constante golpe de los elementos y la correspondiente erosión y derrumbe de grandes bloques que se puede ver bien a los pies de las pinturas. Incluso algunos bloques caídos tienen pinturas.
Los paredones con manos pintadas son frecuentes por la región de Aysén y en la parte limítrofe de Argentina.
Las vistas, desde el mismo paredón, del Cerro Castillo y del curso del río Ibáñez también merecen la pena un montón.
Desde el aparcamiento nos acercamos hasta el extremo de los prados para averiguar si se podía bajar hasta la ribera del río y caminar por la misma.
Misión imposible. No hay acceso visible al río. Además de que forma algunas zonas pantanosas con juncos en las que viven algunas aves por las que no es posible transitar.
Fuimos bordeando la zona hasta llegar al Museo de la Escuela Antigua. Parece un simple edificio rectangular pero corresponde a la que fue la primera escuela edificada en 1955. Representa un ejemplo de la colonización espontánea de la zona y la determinación de los primeros pobladores de abandonar el aislamiento. Algo parecido a los orígenes de Puerto Tranquilo.
Este edificio actualmente es un museo y ha sido declarado Monumento Nacional en 2008. Pero se encuentra cerrado pese a que estamos en día y hora de visita normales.
Bajo mi punto de vista, el mayor atractivo es el paisaje que lo rodea. Y las vistas panorámicas de Cerro Castillo, el río Ibáñez y el valle que va formando. Incomparables.
Nosotros seguimos con el empeño de bajar hasta la ribera del río y caminar junto a él. Pero ahora los terrenos se encuentran acotados por vallas.
Nos topamos con una zona de anegación del río que forma una pequeña laguneta frecuentada por muchas aves. Aves que alzaron su vuelo en cuanto nos acercamos.
Esta pequeña laguna estaba delante de una hacienda en la que se veían varios entablados con diferente ganado. Por lo que parecía que nos habíamos adentrado en una propiedad privada.
Pero yo había visto un letrero en el aparcamiento que indicaba un sendero hacia un alero de escalada en roca que pasaba por esta propiedad. Y decidimos aventurarnos.
Pero no contábamos con que el sendero estaría tan bien custodiado. Unos cuantos caballos nos obstaculizaron el paso.
Pero que bonitos eran….
Nada, que no había forma de hacer un sendero o una caminata normal. Todo parece próximo, pero, a la vez, es algo inalcanzable pues nos topamos de continuo con terrenos privados y acotados. Y de últimas, los caballos. Que, por otra parte, se encuentran en su terreno.
Pero es una situación habitual con la que ya hemos contactado. Parece que todo paisaje tiene dueño, incluso el curso del río, las cascadas, los lagos…
Así que dimos por finalizada nuestra estancia en Villa Cerro Castillo y fuimos regresando tranquilamente y disfrutando de los paisajes que rodean la Carretera Austral hasta Coyhaique.
Repitiendo algunas paradas que hicimos en la venida. Como el Mirador de la Cuesta del Diablo y algún que otro punto más.
Atentos fuimos a la zona colindante del Parque Nacional, en concreto por las zonas cercanas al Portezuelo Ibáñez por si avistábamos algún huemul. Los bosques de lenga y ñirre en los costados de la carretera son refugios de este huidizo animal. Era nuestra última oportunidad. Pero no tuvimos suerte.
Siempre son de admirar el contraste y riqueza de relieves cercanos a la comuna de Coyhaique.
Montañas con acantilados alternando con grandes praderas.
Como ya vimos al inicio de nuestra aventura en la región de Aysén, desde Coyhaique se tiene acceso a la Reserva Nacional Río Simpson, que ya vimos, pero también al Lago Elizalde, Monumento Natural Dos Lagunas, Lago Frío, Lago Pólux, Lago Cástor, centro de Sky el Fraile, Lago Atravesado, Reserva Nacional Coyhaique, Lago la Paloma.
No terminábamos de decidirnos por cual visitar en la tarde, ya alojados en el mismo Hostal Español. Yo creo que estábamos ya algo cansados.
Así que gran parte de la tarde la dedicamos a descansar. Y a vaguear. Que llevábamos muchos días de mucho tute...
Y en las últimas horas del día a dar unos paseos por la frecuentada y bien bonita Plaza de Armas y sus calles adyacentes.
Interesante también es la feria de los artesanos en la misma Plaza de Armas. Con artesanías en lana, madera, piedras, cuero, cerámicas…. El Centro Cultural, el Monumento al Ovejero.
Caminando, caminando, fuimos a dar de nuevo con la calle Simpson que habíamos visitado en nuestra anterior estancia. Ya no bajamos a la Piedra del Indio pero volvimos a regodearnos de las bonitas vistas del río Simpson que desde aquí se tienen.
Este hotel lo teníamos reservado con antelación (por booking) tan solo por una noche, la del día que nuestro vuelo llegó a Balmaceda y previo al inicio de nuestra ruta por Carretera Austral.
No está en pleno centro, pero tampoco lejano. Como a unos diez minutos caminando.
Tiene una puntuación de 9.2 en booking y la misma es muy merecida. Es un hotel pequeño muy bien atendido, con un personal muy amable. Habitaciones espaciosas con grandes camas confortables. Baño limpio y completo.
El desayuno bastante bueno y con horario adaptable a tus necesidades. Parking interior y un wifi bastante aceptable.
Además de las habitaciones cuenta, enfrente de la casa – hotel, de algunas cabañas muy bien equipadas y con cocina. Para opciones familiares.
Como nos gustó lo quisimos reservar para la última noche, la anterior al vuelo de Balmaceda a Santiago. No había disponible más que una habitación. Se completó con una de las cabañas y pudimos ver lo bien que también están.
Las cabañas no tienen desayuno incluido en el precio, pero se puede optar al mismo si se quiere, pagando un suplemento. Como tienen cocina la gente se lo suele preparar en la propia cabaña.
Restauración en Coyhaique.
El Capitán Resto Bar. En la misma calle del hotel Español, esquina con calle Bilbao. Nos lo recomendaron en el hotel y fue una buena opción.
En la comida te ofrecen menú del día, bastante rico y completo. En la cena pides a la carta. Platos abundantes y ricos.
Funciona también como pub. Sirven unas cervezas artesanales que son muy demandadas por un gran público juvenil. Yo no las probé pero sí los jugos. Muy buenos. Como en casi todo Chile. Me encanta la costumbre de tener jugos en los bares y restaurantes.
El último día que estuvimos en Coyhaique repetimos en la comida porque ya era tarde y no nos apetecía buscar nada. Nos reconocieron y nos volvieron a atender estupendamente. Las chicas del turno de mañana son un encanto.
En la noche también volvimos a repetir. Pese a que estuvimos caminando bastante por el pueblo no vimos otra opción que nos convenciera tanto como el Capitán.
Lo reservamos por teléfono desde Puerto Ibáñez. En la espera de la salida del Ferry que nos llevaría a Chile Chico. A bordo de la Tehuelche. Después de varias opciones fallidas. Tienen opción de B&B pero lo tenían todo reservado y nos tuvimos que conformar con una cabaña de dos dormitorios que no estaban mal pero que tenía un solo baño. Y éramos cuatro.
Se encuentra situada al borde del Lago General Carrera. Aunque tampoco tuvimos tiempo de ver el paisaje. Llegamos bastante tarde y a la mañana siguiente emprendimos camino a primera hora.
Nos costó 60.000 CLP reconvertidos en dólares y deducido el Iva. La chica que nos atendió fue bastante amable.
Alojamiento en Puerto Guadal
El mejor alojamiento de Puerto Guadal es el Mirador de Guadal. Pero hay que reservarlo con antelación.
Como ya intuíamos, cuando llamamos lo tenían todo reservado. Suelen ser el alojamiento de varios tours que frecuentan la zona.
Nuestra siguiente opción era su vecino Terra Luna Lodge.
De primeras nos dijeron que estaban completos. Les preguntamos por su salida en Jet Boat a la Laguna y Glaciar Leones.
Al poco rato nos llamaron que se les había quedado libre una cabaña con dos baños y dos dormitorios que tenían tres camas cada uno de ellos. Como ya era avanzada la tarde nos pareció genial. El precio de la cabaña completa era de 180$ por noche. Reservamos dos noches que luego ampliamos a tres al posponerse la excursión en Jet Boat por mal tiempo.
El Terra Luna ocupa la ladera de la colina que baja hasta el filo del lago General Carrera. Hay varias cabañas extendidas en esta ladera, también hay domos blancos, identificados como iglús y numerados.
En la parte de abajo se encuentra la cabaña de recepción, la cabaña restaurante, otra que ofrece opciones de spá y masajes, el embarcadero, una zona de playa …
Nuestra cabaña estaba situada en lo alto, casi a nivel de carretera, la Cristal. Creo que es de las más grandes. Totalmente de madera, comprende una terraza, una estancia con chimenea y bastante acopio de leña para la misma. Una pequeña cocina, no muy bien equipada que digamos, dos baños y en la parte superior dos dormitorios abuhardillados con tres camas cada uno. Las camas eran muy cómodas y calentitas, con mantas y un blanco edredón.
Ofrecen la opción de cena que probamos la primera noche, por un precio de 17.000 CLP. En el precio de la cabaña estaba incluido el desayuno. No era un desayuno variado y copioso, pero suficiente para comenzar la jornada.
La chica que nos atendió en todo momento fue muy agradable, es la hija del dueño, Philippe. El mismo coordina las actividades y conduce uno de los Jet Boat que asciende por el río Leones. Es un gran profesional.
En su día debió ser montañero y guía en Torres del Paine porque tuve ocasión de ver una foto hecha por él, de las Torres y la laguna iluminadas por el sol. Una pasada….
La actividad de Jet Boat es solo una de las muchas actividades que ofrecen. Actividades y excursiones acuáticas, de montaña, cabalgatas, canopy …. En su página se puede ver todo lo que ofrecen. terraluna.cl/
En Puerto Guadal comimos una noche en Restaurante el Vasco, en calle Lirios.
Estábamos dando una vuelta por el pueblo y no es que ofreciera muchos sitios de restauración. Parecía estar cerrado pero de la casa de enfrente salió una señora que es la que lo lleva. Nos ofreció cordero asado y salmón.
Quedamos para esa tarde – noche y nos preparó un estupendo asado de cordero y algunos platos de picoteo.
Su abuelo era el vasco que había emigrado a aquellas tierras. Llegó desde Argentina en busca de fortuna y consiguió unas tierras en la zona de Los Valles de Puerto Guadal. Nos contó la historia de su abuelo y abuela, aunque dicha historia (y la de otros pioneros de la zona) la tiene colgada en la pared, con fotografías. Ella no conoce España y bien que le gustaría.
Nos comentó que aún no había abierto el restaurante, que éramos sus primeros clientes de esta nueva temporada.
El mismo comentario también nos lo hizo la chica de las cabañas Koniaken.
Alojamiento en Puerto Río Tranquilo
El mejor alojamiento en Puerto Tranquilo (y el más caro) es en El Puesto. Pero casi nunca tiene habitaciones libres. Intenté reservarlo antes del viaje en diferentes fechas, no fue posible.
Alojamiento con habitaciones, además, están Hostal los Pinos y Hostería la Costanera.
No tenían vacantes. Puerto Tranquilo es un sitio muy turístico y los grupos de tours organizados pasan por esta localidad de seguro. Así que esta opción de alojamiento es la primera que se ocupa.
El resto son cabañas.
Y un hospedaje que nos recomendó un señor que nos había ofrecido la navegación por las Cavernas de Mármol. Hospedaje La Melita, casi al final de la calle Pedro Lagos.
Este hospedaje es en una casa particular y las habitaciones comparten baño. Al decirles que queríamos baño privado nos ofreció dos cabañas en la perpendicular siguiente. Estábamos ya cansados (toda la tarde de un sitio para otro intentando encontrar un alojamiento decente y alguien que nos hiciera la excursión a Laguna San Rafael el día siguiente) y nos sedujo el olor a madera de las cabañas.
Estaban recién hechas, aún sin estrenar. Y las reservamos por dos noches. Luego nos daríamos cuenta que le faltaban infinidad de detalles, sin espejo en el baño, sin ningún lugar que se pareciera a un armario, sin adornos, sin calefacción, sin equipamiento de algo de cocina, por aquello de ser cabaña ….
Pero como dijo la señora Melita, nosotros las habíamos visto con anterioridad …..
El alojamiento de habitaciones La Melita, no lo recomiendo para nada. La señora y su esposo no son muy agradables que digamos y el desayuno es un timo. Agua caliente, un bollo de pan, mermeladas que están mal hechas o pasadas de fecha….. Por 3500 CLP. Nosotros llevamos nuestra propia leche que ellos calentaron. Menos mal que solo desayunamos un día, y fue por recomendación de una pareja que habíamos coincidido comiendo En Donde el Kike. O tienen el estómago hecho a todo o no sé. Además, los platos y tazas del desayuno estaban sucias. La misma señora daba impresión de poca limpieza…
Por no hablar de su actitud. Los turistas para ella somos unos desgraciados y solo nos mira cómo pesos o dólares andantes.
Comida Puerto Tranquilo
Casa Bruja. Casi lo mejorcito de Puerto Tranquilo. Lugar acogedor y con buena carta. Los platos muy buenos. El servicio quizá algo lento, creo que tenían mucha gente y estaban desbordados.
En Donde el Kike. La comida está bastante bien, no es de diseño ni exquisita, pero se deja comer. Su dueña es de lo más espabilado, se las sabe casi todas.
Cervecería Rio Tranquilo. Junto a la carretera principal. Buenas cervezas, pizzas y unos sandwiches enormes. Creo que es la que llaman Arisca.
En el Valle Exploradores: Campo Alacaluf
Desde hace unos 17 años Katrin y Thomas se encuentran aposentados en el km. 44 de la carretera que atraviesa Valle Exploradores, regentando un alojamiento que consiste en dos habitaciones familiares juntas con baño propio, unas cuatro personas. Y otras dos habitaciones que comparten baño en la habitación de abajo.
Ofrecen también comidas pero con poca elección. Nosotros comimos un día y nos ofreció guiso de ternera, tipo gulash con lo que ella llamaba fideos y que no era otra cosa que pasta en espirales. Con ensalada y postre.
Tuvimos ocasión de charlar bastante con Katrin, de su forma de vida y de su hija Daniela. Una niña preciosa que resulta algo arisca de primeras. Su padre, Thomas, la lleva semanalmente a Puerto Tranquilo para que juegue con otros niños.
Una familia muy curiosa. Al igual que el alojamiento. Suele estar casi siempre completo y eso que allí no tienen teléfono ni internet. Solo tienen comunicación por radio y por correo electrónico que le funciona una hora al día.
Me encantó conocer a Katrin y charlar con ella.
CABAÑAS KONIAKEN
A pocos kilómetro de la Confluencia del río Baker con el río Nef. Con vistas preciosas del río Baker. Las cabañas que vimos son para dos personas, con baño propio y aspecto de estar muy limpias y acogedoras.
Actualmente lo lleva una chica joven a la que ayuda su hijo de 18 años. Muy agradable y con buena conversación.
Solo nos tomamos un chocolate (en realidad leche con cacao) y un alfajor casero que ella misma había hecho y que estaba bastante bueno. Amasa también su propio pan. Parece tener buena mano para la cocina.
Hubiera sido una buena opción para quedarnos pero no nos coincidió por zona según se fueron desarrollando las actividades de los días siguientes.
ALOJAMIENTO EN COCHRANE.
Teníamos pensado quedarnos en Cabañas Rincón del Sur que se encuentran un poco en las afueras del pueblo. Son nuevas y bastante bien equipadas. Pero cuando nos presentamos allí solo tenían disponible una cabaña de un dormitorio.
Intentamos en otros alojamientos y no terminaban de gustarnos por un motivo u otro.
Mayoritariamente eran cabañas y con solo un baño. Ya he comentado que éramos cuatro.
Reservamos solo una noche en Residencial Rubio. De residencial no tiene mucho. Es una vivienda con cuatro dormitorios y baño privado cada uno de ellos. Alojamiento muy básico, con aspecto de pueblerino, pero muy limpio. Tiene un salón comunal en el que ofrecen el desayuno y una zona de sofás con una estufa de leña que calienta la casa y da un ambiente acogedor a la vivienda.
La señal de wifi era más que aceptable. Tiene muy buena calificación en Booking, B&B..
Y un precio imbatible, 30.000 CLP por noche, con desayuno incluido.
En la mañana te despertaban los gallos y luego te llegaba el aroma a pan recién amasado.
Al dueño ni lo conocimos. Aquello lo lleva Blanca, que parece tímida pero tiene buena conversación.
Vive allí mismo y es la encargada de todo. Es el alma de aquel alojamiento. Lo tiene todo limpísimo y prepara un desayuno casero bastante gustoso y completo.
Al final terminamos durmiendo en este alojamiento cuatro noches…. Y creo que en gran parte fue por la calidez que nos brindó.
La casa se encuentra casi al final de la calle Teniente Merino, al lado del río Cochrane, en cuyas orillas crecían muchos lupinos morados.
Comida en Cochrane:
Por recomendación de Blanca el primer día comimos en Ada’s Café Restaurant. Situado en el otro extremo de la misma calle, Teniente Merino.
Comida casera muy buena y un local con ambiente hogareño. Buena relación calidad/precio.
Repetimos también en alguna cena. Muy buena señal de Wifi.
Lago Esperalda en Cl. San Valentín 141. Probamos por no repetir el Ada’s. También había buen ambiente, quizá más de restaurante, pero a mí me gustó la comida algo menos. Y el precio era superior.
La señal de wifi, aunque decía que la había, era inexistente.
Taberna Tehuelche.
También en la Calle Teniente Merino, junto al Ada’s Café.
Ambiente relajado y juvenil. Fabrican y sirven cerveza artesanal. Comida buena y abundante con carta de menú que incluye varios sándwiches y pizzas.
También funciona como Pub. Y en Cochrane hay pocos bares tipo pub.
ALOJAMIENTO EN CERRO CASTILLO.
Hospedaje La Casona. Está situado a 10 km. del pueblo Villa Cerro Castillo, casi al inicio de la carretera asfaltada que va a Puerto Ibañez.
El Hospedaje lo regenta la señora Mary Sandoval. Es una casona rosa que ella heredó de sus padres y al ser tan grande decidió reformarla y hacer habitaciones. En el pabellón que nosotros nos alojamos había cuatro habitaciones con baño propio y unos grandes ventanales desde los que se puede ver el Cerro Castillo. En el pasillo, una gran estufa de leña ya funcionando, daba calidez a la casa.
La señora Mary es toda amabilidad y tuve largos ratos de conversación con ella. Me encanta hablar con esta gente heredera de los pioneros de la zona.
La casona se encuentra rodeada de grandes parcelas de prados verdes en las que pastan las vacas, los caballos…. En la casa dónde se encuentra el salón comunal de desayunos se pueden admirar muchos detalles de la decoración original de la casona.
Sirven un rico desayuno con mermeladas caseras hechas por ella misma, con pan recién horneado, también por sus manos.
Una opción de alojamiento muy buena. Un Hostal tranquilo y con unas vistas impagables.
En Cerro Castillo tiene buenas críticas el Refugio, pero estaba al completo cuando nosotros llamamos para reservar.
Si que han cambiado bastantes cosas. Me acordaba un montón de tu viaje. Por ejemplo en la laguna Tuyajto. Verla en soledad y poder acercarse a la misma. Ya no es posible..
Sin embargo el puente en Bahía Exploradores lo veo como un gran avance.
Lo bueno del tema es que la naturaleza te sigue desbordando como muy bien dices.
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