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Hacia Laguna San Rafael por Valle Exploradores
Antes de las siete de la mañana ya estamos en la puerta de la agencia esperando la furgoneta que nos llevará hasta el puerto donde embarcaremos para visitar Laguna San Rafael.
Hemos contratado la excursión con transporte pese a tener nuestro propio coche. Es un trayecto largo y así le damos descanso al conductor. Son dos horas a la ida y otras tantas a la vuelta.
Como ya mencioné al final se habían incorporado a la salida una pareja de médicos chilenos. Muy majos.
Recorrimos Valle Exploradores en toda su longitud, pero de forma rápida y sin mencionar nada de lo que vamos viendo.
Pero yo voy repasando el paisaje que ya visitamos. Y además hoy tenemos la ventaja de que ha amanecido un día espléndido y el sol brilla, al menos en Puerto Tranquilo. Luego se prolongaría en toda la jornada.
Voy reconociendo el Lago Tranquilo, Cascada la Nutria, Lago Bayo..
Solamente paramos en la guardería de Conaf para ir al baño. Es la entrada oficial al Parque Nacional Laguna de San Rafael.
Este parque es el más grande de la región de Aysén. Nada más que los hielos milenarios del Campo de Hielo Norte ya suponen 400.000 hectáreas.
Y su principal atractivo es Laguna San Rafael y el glaciar del mismo nombre. Si bien se compone además de magníficos paisajes formados por fiordos, canales, islas, esteros. También ha sido declarado Reserva de la Biosfera.
Pasando el sector de La Teresa, que es la confluencia de tres ríos con tres colores distintos. Río Exploradores, río Oscuro y río Teresa, ya entramos en el conjunto denominado Bahía Exploradores.
Hasta aquí llegaba hasta hace un par de años la carretera. Luego había que trasladarse en una embarcación a través del río Exploradores.
Actualmente una moderna pasarela permite pasar con los vehículos y adentrarse en la Bahía Exploradores que comprende toda esta zona hasta la apertura de la bahía al mar y los canales Cupquelan y Estero Elefantes.
Sector compuesto por mallines y bosques húmedos y todo el complejo que conforma el delta del río Exploradores.
En Puerto río Exploradores se encuentran las embarcaciones de las empresas que realizan viajes a Laguna San Rafael. Destaca por su tamaño el catamarán de Valle Glaciares.
Nos comentan que este catamarán suele tener problemas con la poca profundidad de la bahía que suele acumular sedimentos arrastrados por el río. En más de una ocasión ha quedado varado y han tenido que acudir a rescatar a los pasajeros.
Hay que conocer muy bien el canal que conduce al mar y exige patrones con experiencia y destreza.
Estas empresas son las que organizan las excursiones desde Puerto Tranquilo.
Porque a Laguna San Rafael se puede llegar de dos formas distintas.
Esta que vamos a realizar y la ruta que se ha estado haciendo durante muchos años. La navegación desde Puerto Chacabuco. Esta última requiere más horas de navegación y la hacen grandes embarcaciones con programas de entretenimiento para hacerlas más llevaderas.
Dado que la ruta que sale desde Puerto Tranquilo atraviesa el bonito Valle Exploradores y requiere menos horas de navegación, va ganando adeptos.
Nuestra embarcación es de las pequeñas, de doce ocupantes incluída la tripulación. Hoy vamos nueve con los tres de la tripulación. El chofer de la furgoneta que ayuda en tareas varias, el patrón y piloto de la embarcación y una chica que es la que nos explica cosas y nos atenderá en el desayuno, en el aperitivo, en el almuerzo-picoteo.. Casi todo el rato estaba ofreciéndonos algo.
Vamos los seis encogidos en el interior de la lancha. No me quiero imaginar como de apretados tienen que estar cuando va completa.
Primero se navega lentamente por la bahía dónde el río Exploradores tiene su desembocadura. El color del agua es de un verde lechoso, claro indicio de su procedencia glaciar. Es un tramo muy bonito porque al mismo asoman los mallines y la verde vegetación.
Podemos salir a una pequeñísima cubierta para hacer fotos y ver el paisaje. Pero turnándonos ya que todos no cabemos. En este intervalo nos ofrecen un café, preparado con agua caliente, con algunas galletas. Luego una bandeja de chocolates de diferente textura y color. Nos la volvería a pasar esta bandeja a lo largo de las casi dos horas de navegación.
Cuando el barco llega al canal Cupquelan el agua cambia de color y parece que comienza la fiesta. La embarcación asemeja un jinete galopando rápido a lomos de las olas. Y cuando estas aguas se topan con las del estero Elefantes se hace imposible permanecer de pie y la integridad peligra por posibles golpes. Solo falta el letrero de Mind your Head.
En esos momentos tenía serias dudas de si esta era la embarcación adecuada y no sería más seguro navegar en el gran catamarán, más fuerte para luchar contra este oleaje. Me mareo y el golpe que la noche anterior me di en la ducha de la cabaña me recuerda lo que duele a cada salto de la embarcación. Que pesadilla.
La calma vuelve cuando se pasa la Punta Leopardo y la embarcación cruza lo que se da en llamar una falsa laguna en la que ya flotan trozos de hielo desprendidos del glaciar. Algunos son de gran tamaño y eso que aún queda para llegar a la laguna glaciar.
Destacan otros con su tono azulado y con el fondo verde de la vegetación que crece en el grupo de islotes.
Hace un día despejado y es posible ver algunos glaciares, como el Gualas, y algo del Monte San Valentín.
La embarcación avanza lentamente por el canal de los Témpanos hasta adentrarse en la Laguna San Rafael.
Llegamos a otra de las entradas a este parque nacional con una guardería de la Conaf. Un pequeño embarcadero da acceso a una península en donde se hace un descanso de navegación y hay baños.
En realidad es una zona denominada Area de desarrollo Ventisquero San Rafael que comprende además de la guardería de Conaf y el embarcadero una pista de aterrizaje, algunos senderos y las ruinas del hotel San Rafael u hotel Ofqui, que también algunos lo llaman así.
Nos acercamos primero a la pista de aterrizaje con la intención de seguir por un sendero que nos llevaría hasta la Laguna San Rafael. Estas sendas van atravesando el bosque siempre verde de este parque y hay posibilidad de ver diferentes especies de plantas.
No conseguimos llegar hasta la laguna pues los caminos estaban anegados de agua y hubo un momento en que se hacía difícil el paso. Hubiera estado bien llegar a pie a la laguna y ver desde la playa el glaciar.
Volvimos hacia las ruinas del hotel Laguna San Rafael.
Hay un cartel con varias fechas anotadas. En 1938 se intentó abordar varios proyectos. La construcción del Canal de Ofqui que no llegó a buen término por diversos motivos, la colonización de la península de Taitao y la construcción del hotel San Rafael.
Este último estaba acabado y amueblado en 1940. Tan solo diez años después fue abandonado y con posterioridad fue saqueado.
En 1975 aún se mantenía en pie y fue habilitado como casa de guadaparque. Pero en 1994 fue consumido por un incendio.
Lo que se visitan son las ruinas e hierros que quedaron de este incendio. La verde y exuberante vegetación se ha introducido en sus estancias y adorna los ventanales.
Desde una parte superior se alcanza a ver algo de la laguna. En su día las vistas desde el hotel abarcaban el frontal del glaciar.
Esta laguna ha sido formada por el retroceso del glaciar San Rafael, como es evidente.
Los momentos siguientes son los destinatarios de esta excursión y su parte más bonita.
Ya de lleno en la laguna nos vamos desplazando de forma suave entre los muchos icebergs y témpanos de hielo desprendidos del glaciar. Al acercarse al frente del glaciar hay que ir sorteando masas de estos témpanos que van chocando con el casco de la embarcación.
En esos momentos se sirven aperitivos fríos y trozos de pizza que la tripulación va calentando en un microondas. Estamos subidos en la pequeña cubierta de la embarcación, haciendo equilibrios y turnándonos para hacer fotos.
La pared del glaciar San Rafael es imponente.
Este glaciar es de los mayores del Campo de Hielo Norte. El frente puede medir unos 2 km. de ancho y su altura rondar los 50 m., incluso algo más. Pero este hielo se hunde bajo el nivel del agua mucho más, como unos 200 m. Es un glaciar particularmente quebrado en su superficie y se pueden apreciar grandes grietas y seracs.
El color azul berilo de sus hielos es otro de sus atractivos.
Y por supuesto todos los trozos caídos del glaciar que van flotando en la laguna. Témpanos de diferente tamaño y diferente color. Un espectáculo digno de ver y admirar.
Trozos de hielo blancos, de color azul con distintas tonalidades.
Pero aquel tiene ya un color traslúcido. Y por qué hay alguno que parece verde transparente?
Y completamos el espectáculo con la figura de una foca leopardo descansando en un trozo de hielo. Hasta se molesta en levantar la cabeza para asegurarse de que no la perturbaremos demasiado.
Y de colofón el tradicional wisky con el hielo milenario. Hielos de más de 30.000 años….
Si no te gusta el wisky, como es mi caso, lo puedes mezclar con naranja y esta riquísimo. Habrá quien diga que es una aberración, pero lo importante es bebértelo y brindar por aquella maravilla. Y desear que dure mucho tiempo más. …
La vuelta se me hizo menos pesada que la ida y con muchos menos saltos.
Y charlando con nuestra simpática guía, Carolina, que nos fue contando un montón de cositas. También cambiando impresiones e historias con la pareja de chilenos con los que compartimos la excursión.
El último tramo de navegación, Bahía Exploradores. Una bahía de aguas tranquilas que puede tener en ocasiones horizontes difuminados entre la niebla.
Pero hoy no es el caso. La morrena Punta Entrada, que la separa del fiordo Cupquelán, ha funcionado bien de dique. Es una morrena formada por acumulación de sedimentos arrastrados miles de años atrás.
La rodean densos bosques siempreverdes.
Apenas desembarcamos se obtienen unas vistas de picos nevados, despejados y brillando bajo el sol.
Un conjunto de paisajes que evocan belleza salvaje, belleza escondida hasta no hace muchos años. Tan solo visible anteriormente para unos pocos ojos de algunos exploradores.
Hoy quedan visibles a nuestros ojos.
A la parada técnica en la guardería de Conaf le añaden la parada en el cercano puente del Deshielo. Porque les había pedido poder ver el Monte San Valentín. El techo de la Patagonia, con 4058 m.
Se encuentra despejado y es posible verlo casi al completo. Y el curso del futuro río Exploradores brillando bajo el sol.
Una maravilla tan solo velada por el sol tan fuerte de frente.
Algunos otros picos que asoman al Valle Exploradores se fueron haciendo visibles y les pude hacer alguna foto aún con la furgoneta en marcha.
Un día magnífico que nos ha permitido descubrir Laguna y glaciar San Rafael y redescubrir con tiempo despejado Valle Exploradores.
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