Día 15: 22 de agosto

Hoy madrugamos para visitar el Cementerio de Arlington ya que no pudimos verlo el día que llegamos a Washington porque se puso a llover. Abren a las ocho y antes incluso allí estábamos nosotros, de hecho tuvimos que esperar un poco porque no nos dejaban pasar. Esto tiene la gran ventaja de que vimos el cementerio solos.
La gente se tira una mañana entera viendo tumbas y más tumbas, pero nosotros sólo queríamos llevarnos una impresión general y visitar dos sitios concretos. Uno de ellos está en la última de estas cuatro fotos y es la tumba de Kennedy (donde están él, su mujer y dos de sus hijos).
La gente se tira una mañana entera viendo tumbas y más tumbas, pero nosotros sólo queríamos llevarnos una impresión general y visitar dos sitios concretos. Uno de ellos está en la última de estas cuatro fotos y es la tumba de Kennedy (donde están él, su mujer y dos de sus hijos).
El cementerio es enorme es impresiona bastante el ver tanta tumba junta.
Nuestro siguiente punto de interés que queríamos visitar era la Tumba del Soldado Desconocido, en la que realmente hay tres cuerpos, uno de un soldado de la II Guerra Mundial, otro de la guerra de Corea y un tercero de la guerra de Vietnam. El monumento tiene guardia durante las 24 horas del día y resulta muy curioso ver el cambio de guardia que se hace cada media hora en primavera y verano y cada hora en otoño e invierno. La guardia es todo un ceremonial en el que el soldado camina 21 pasos frente a la tumba, se vuelve al frente y la mira durante otros 21 segundos gira y espera 21 segundos de nuevo para volver a empezar a caminar.
El cambio de guardia, también cronometrado al segundo, comienza con la llegada de un soldado primero y otro detrás. El primero pasa una minuciosa revista al segundo y lo acompaña donde está el soldado que termina su guardia para hacer el relevo. Muy ceremonioso y militar.
Nuestro siguiente punto de interés que queríamos visitar era la Tumba del Soldado Desconocido, en la que realmente hay tres cuerpos, uno de un soldado de la II Guerra Mundial, otro de la guerra de Corea y un tercero de la guerra de Vietnam. El monumento tiene guardia durante las 24 horas del día y resulta muy curioso ver el cambio de guardia que se hace cada media hora en primavera y verano y cada hora en otoño e invierno. La guardia es todo un ceremonial en el que el soldado camina 21 pasos frente a la tumba, se vuelve al frente y la mira durante otros 21 segundos gira y espera 21 segundos de nuevo para volver a empezar a caminar.
El cambio de guardia, también cronometrado al segundo, comienza con la llegada de un soldado primero y otro detrás. El primero pasa una minuciosa revista al segundo y lo acompaña donde está el soldado que termina su guardia para hacer el relevo. Muy ceremonioso y militar.
Ni la mantis se quiso perder el cambio de guardia. Además coincidimos con un grupo de chavales que debían de ser de una academia militar que estaban allí de lo más marcial.
Aquí os dejo un enlace al vídeo que grabamos de la ceremonia.
Muy cerca del cementerio pero fuera se encuentra al Monumento a los Marines, que se hizo famoso por las dos pelis simultáneas, relativas a la batalla de Iwo Jima, cada una de ellas ofreciendo la versión contrapuesta de japoneses y americanos.
Con esto damos por terminada la visita a Washington y ponemos rumbo al sur para comenzar nuestro recorrido por toda la cordillera de los Apalaches.
Los Apalaches son una cordillera cercana a la costa este de los Estados Unidos y paralela a ésta, que comienza en Canadá y termina en Alabama. Si bien no es tan espectacular ni famosa como su gemela de la costa oeste, las Rocosas, tiene mucho encanto y, especialmente en su parte sur, refleja perfectamente la América más profunda.
Para visitarla hay que recorrer tres parques nacionales diferentes (Shenandoah, Blue Ridge y Great Smoky Mountains), cada uno de ellos con una carretera escénica desde la que se pueden hacer numerosas excursiones a pie o bien recorrer el Apalachian Trail.
El primer parque al que accedemos desde Washington es el parque nacional de Shenandoah, que comienza en Front Royal, ya en el estado de Virginia, cuya carretera escénica se llama Skyline Drive. Toda la información está en la página del parque cuyo enlace he puesto al final de la etapa.
Nada más salir de Washington se puso a llover y una vez que entramos en la Skyline Drive la lluvia se convirtió en una espesa niebla
, así que nuestros planes iniciales que consistían en llegar hasta el hotel haciendo paradas en los miradores para después hacer alguna marcha se fueron al traste, por lo que los primeros kilómetros de la carretera los pasamos sin ver nada de nada, bueno sí, un ciervo tímido.
Los Apalaches son una cordillera cercana a la costa este de los Estados Unidos y paralela a ésta, que comienza en Canadá y termina en Alabama. Si bien no es tan espectacular ni famosa como su gemela de la costa oeste, las Rocosas, tiene mucho encanto y, especialmente en su parte sur, refleja perfectamente la América más profunda.
Para visitarla hay que recorrer tres parques nacionales diferentes (Shenandoah, Blue Ridge y Great Smoky Mountains), cada uno de ellos con una carretera escénica desde la que se pueden hacer numerosas excursiones a pie o bien recorrer el Apalachian Trail.
El primer parque al que accedemos desde Washington es el parque nacional de Shenandoah, que comienza en Front Royal, ya en el estado de Virginia, cuya carretera escénica se llama Skyline Drive. Toda la información está en la página del parque cuyo enlace he puesto al final de la etapa.
Nada más salir de Washington se puso a llover y una vez que entramos en la Skyline Drive la lluvia se convirtió en una espesa niebla

Así que decidimos seguir un poco más adelante del hotel hasta el primer visitor center para comer algo y preguntar qué se podía hacer en un día como este. Tras preguntar y no obtener demasiadas respuestas, ya que el pobre ranger no sabía qué decirnos, como si él tuviera la culpa del mal tiempo, paramos a comer una hamburguesa.
Después de la comida la niebla levantó un poco y decidimos hacer el Rose river loop, un recorrido circular a través de un tupido bosque en el que se visitan dos cascadas.
El camino es bastante bonito y la humedad también tiene su recompensa: vimos muchos caracoles y setas.
Después de la comida la niebla levantó un poco y decidimos hacer el Rose river loop, un recorrido circular a través de un tupido bosque en el que se visitan dos cascadas.
El camino es bastante bonito y la humedad también tiene su recompensa: vimos muchos caracoles y setas.
La primera cascada es la Dark Hollow, que está al principio del camino, aunque todo el tiempo vas muy cerquita del río.
El día mejoraba algo, incluso pudimos empezar a ver el sol antes de llegar a la segunda cascada, la Rose River.
Después condujimos de vuelta hacia el norte para llegar a nuestro hotel, el Skyland Resort, y, si bien las vistas no eran lo amplias que podrían ser, la situación mejoró bastante con respecto a la mañana.
El hotel no se ve hasta que no está prácticamente encima, porque está compuesto de diversas cabañas de madera completamente integradas en el entorno, una de ellas la recepción con el bar, y el resto como barracones de madera que eran las habitaciones, pero separados unos de otros en distintos caminos que salían de la carretera.
Después del día tan frustrante con la niebla llegamos a nuestro barracón y el aspecto exterior es horrible, incluso tenía telarañas en la barandilla y todo, pero al abrirlo… ¡un pedazo de habitación espectacular, con una terraza para disfrutar de la estupenda tarde que se quedó!
Así que eso hicimos, cenamos nuestras propias cosas que habíamos comprado hoy mismo. Nosotros no hicimos barbacoa, la verdad es que hacía frío, pero casi todos los huéspedes estaban en la calle cocinando carne.
Después de la cena fuimos a tomar algo al bar y el ambiente era de lo más peculiar. Toda la gente era americana, en esta zona no se encuentra mucho turismo de fuera del país, y había un grupo de música country tocando en directo. El más joven de ellos ya había cumplido sobradamente los 65 años y el sonido era bastante repetitivo. Preguntaban a cada mesa que de qué estado eran y les cantaban una canción propia en versión country.
Allí nos pasó una cosa que retrata perfectamente cómo son los yanquis. Cuando los jubilados cantarines preguntaron en una mesa resulta que eran alemanes. Nosotros teníamos una pareja a nuestro lado (jugando a las cartas) y aprovecharon la ocasión para preguntarnos de dónde éramos. Cuando les dijimos que españoles ella dijo, “Ah! Vecinos de Alemania” Nosotros, más discretos le dijimos, “bueno, más o menos” pero su marido le dijo con un tonito…“Darling, entre los dos países está Francia”. Incluso sabía dónde estaba Andorra

En fin, que tras la charla, unas cervezas y la planificación del día siguiente, que también se presentaba nuboso, nos fuimos a la cama.
VISITAR CEMENTERIO DE ARLINGTON:
http://www.arlingtoncemetery.mil/
SHENANDOAH NATIONAL PARK:
http://www.nps.gov/shen/index.htm/
ALOJAMIENTO SHENANDOAH:
Skyland Resort:
http://www.goshenandoah.com/lodging/skyland-resort