Comenzaba nuestro segundo día en Luang Prabang y lo hacía con un madrugón importante ya que queríamos ir a ver el Tak Bat o Sai Bat o Ceremonia de las Almas. Esta ceremonia tiene lugar en la ciudad todos los días, al amanecer en todos los templos, más de 50.
Salimos con nuestras motos temprano del hotel ya que habíamos leído que había que estar minutos antes de las 6 de la mañana. Nosotros vimos la ceremonia desde la calle principal, en la Sakkaline Road y fuimos caminando siguiendo a los grupos de monjes hasta llegar a la zona del Palacio Real donde comienza la Sisavangvong Road.
En mi caso estaba un poco receloso de lo que íbamos a ver ya que el desayuno de los monjes en Mahagandayon no nos había gustado mucho, sin embargo el de las monjas el día anterior en el monasterio ThaKyaDiThar nos había encantado. Después de todas las experiencias puedo decir que este, junto con el de las monjas es el que más nos gustó.
La Ceremonia de las Almas, es una ceremonia en la que la propia gente de Luang Prabang y en ocasiones algunos turistas, entregan limosnas a los monjes, generalmente algo de arroz cocinado. Esta ceremonia no es exclusiva de Laos, como vimos en Myanmar también tiene lugar y en otros países del Sudeste Asiático también se celebra, como en Camboya. Para evitar que estas ceremonias se conviertan en un circo, aunque en cuanto corre la voz entre los turistas es complicado frenarlo y en Laos cada vez es más conocido, por muchos puntos de Luang Prabang hay carteles que nos indican a los "espectadores" como debemos comportarnos durante la ceremonia.
Salimos con nuestras motos temprano del hotel ya que habíamos leído que había que estar minutos antes de las 6 de la mañana. Nosotros vimos la ceremonia desde la calle principal, en la Sakkaline Road y fuimos caminando siguiendo a los grupos de monjes hasta llegar a la zona del Palacio Real donde comienza la Sisavangvong Road.
En mi caso estaba un poco receloso de lo que íbamos a ver ya que el desayuno de los monjes en Mahagandayon no nos había gustado mucho, sin embargo el de las monjas el día anterior en el monasterio ThaKyaDiThar nos había encantado. Después de todas las experiencias puedo decir que este, junto con el de las monjas es el que más nos gustó.
La Ceremonia de las Almas, es una ceremonia en la que la propia gente de Luang Prabang y en ocasiones algunos turistas, entregan limosnas a los monjes, generalmente algo de arroz cocinado. Esta ceremonia no es exclusiva de Laos, como vimos en Myanmar también tiene lugar y en otros países del Sudeste Asiático también se celebra, como en Camboya. Para evitar que estas ceremonias se conviertan en un circo, aunque en cuanto corre la voz entre los turistas es complicado frenarlo y en Laos cada vez es más conocido, por muchos puntos de Luang Prabang hay carteles que nos indican a los "espectadores" como debemos comportarnos durante la ceremonia.
Creo que en el caso de Luang Prabang y al menos en la época en la que nosotros estuvimos, esta ceremonia no la encontramos tan turística como por ejemplo la de Birmania, aunque más que el desayuno de las monjas que nos pareció el más "auténtico" y tranquilo de todos. Aún así es algo digno de ver.
Antes de las 6:00 de la mañana, sobre las 5:45 grupos de monjes abandonan los muchos templos repartidos a lo largo de Luang Prabang para conseguir el único sustento que conseguirán en el día. Al igual que los monjes birmanos se organizan en filas y van en completo silencio, pero en Luang Prabang destacaría los grupos de fieles que se organizan para darles los donativos mucho antes de que los monjes salgan de los templos.
Antes de las 6:00 de la mañana, sobre las 5:45 grupos de monjes abandonan los muchos templos repartidos a lo largo de Luang Prabang para conseguir el único sustento que conseguirán en el día. Al igual que los monjes birmanos se organizan en filas y van en completo silencio, pero en Luang Prabang destacaría los grupos de fieles que se organizan para darles los donativos mucho antes de que los monjes salgan de los templos.
Nos gustó la ceremonia, la tranquilidad y espiritualidad que se respira y que no nos transmitió el Mahagandayon. A los fieles que realizan donaciones a los monjes se les conoce como almsgivers, de ahí el nombre de Ceremonia de las Almas. Se nota una profunda unión entre los monjes y los fieles que los alimentan y a través de esas donaciones consiguen la redención de sus almas.
Al menos en la calle principal, la zona más turística para ver la ceremonia, hay varios puestos y locales que ofrecen arroz cocido a los turistas y si quieres te facilitan un sitio para poder dar las donaciones a los monjes. Nosotros no quisimos participar en la ceremonia, pero si vimos a alguno hacerlo. Preferimos mantenernos alejados y ver la ceremonia de forma respetuosa. Al igual que en las que vimos en Myanmar hay que tener cuidado por ejemplo al intentar tomar la mejor foto posible.
Los monjes se van retirando de nuevo a sus templos pasadas las 6 de la mañana y la gente comienza con sus quehaceres diarios. Aprovechamos para regresar al hotel, descansar un poco y desayunar en condiciones antes de irnos a las Catartas Kuang Si.
Desde Luang Prabang hasta las cataratas hay aproximadamente 1 hora de camino en moto, algo menos si vais en coche. La carretera está asfaltada durante todo el trayecto, aunque debéis tener mucho cuidado ya que está bastante bacheada y también especial precaución en los pasos de puentes de madera. Yendo despacio y con calma no hay ningún problema en hacer el camino con moto, es más, es una experiencia de lo más recomendable, ya que los paisajes son muy bonitos y gran parte del recorrido se hace junto al río Mekong.
Desde Luang Prabang hasta las cataratas hay aproximadamente 1 hora de camino en moto, algo menos si vais en coche. La carretera está asfaltada durante todo el trayecto, aunque debéis tener mucho cuidado ya que está bastante bacheada y también especial precaución en los pasos de puentes de madera. Yendo despacio y con calma no hay ningún problema en hacer el camino con moto, es más, es una experiencia de lo más recomendable, ya que los paisajes son muy bonitos y gran parte del recorrido se hace junto al río Mekong.
Las cataratas se encuentran junto a la aldea de Ban Thapene. En la entrada junto a la caseta donde os vende las tickets de acceso podréis encontrar un aparcamiento y varios restaurantes donde podéis comer. Nosotros fuimos en moto y tuvimos que pagar 2.000 kips laosianos por dejar la moto en el parking, aquí se aprovechan bastante y a parte pagar la entrada al parque donde están las cataratas que cuesta 20.000 kips.
A la entrada del parque antes de llegar a las cataratas se encuentra el el centro Tat Kuang Si de rescate de osos. En este centro hay osos negros, "moon bears", que han sido rescatados de cazadores furtivos. Están ampliando las instalaciones y cada año rescatan más osos, por lo que están haciendo una gran labor.
Con la visita al Santuario el camino hasta la gran cascada se hace más ameno. Hasta llegar a la cascada hay varias pozas donde se puede bañar la gente. Nosotros fuimos en época de lluvias y las cataratas llevaban mucha agua, aún así pudimos darnos un chapuzón en una zona donde había casetas que hacen las veces de vestuarios. Hay que tener mucho cuidado porque hay mucha corriente.
La cascada principal que está al final del sendero tiene una caída de 25 metros y unas vistas increíbles desde el puente de madera frente a esta.
A la entrada del parque antes de llegar a las cataratas se encuentra el el centro Tat Kuang Si de rescate de osos. En este centro hay osos negros, "moon bears", que han sido rescatados de cazadores furtivos. Están ampliando las instalaciones y cada año rescatan más osos, por lo que están haciendo una gran labor.
Con la visita al Santuario el camino hasta la gran cascada se hace más ameno. Hasta llegar a la cascada hay varias pozas donde se puede bañar la gente. Nosotros fuimos en época de lluvias y las cataratas llevaban mucha agua, aún así pudimos darnos un chapuzón en una zona donde había casetas que hacen las veces de vestuarios. Hay que tener mucho cuidado porque hay mucha corriente.
La cascada principal que está al final del sendero tiene una caída de 25 metros y unas vistas increíbles desde el puente de madera frente a esta.
Santuario Tat Kuang Si
Cascada principal
La gente se lleva su comida y se la toma en la zona de las cascadas donde en algunos sitios hay mesas. Nosotros estuvimos casi 3 horas y pasamos un rato muy agradable, aunque para comer decidimos volver a Luang Prabang.
El camino de vuelta fue igual de agradable, algo más rápido porque conocíamos más el camino y el hambre apretaba, pero aún así hay que tener cuidado y en nuestro caso se nos cruzaron algunos bueyes por el camino con el consiguiente susto.
El camino de vuelta fue igual de agradable, algo más rápido porque conocíamos más el camino y el hambre apretaba, pero aún así hay que tener cuidado y en nuestro caso se nos cruzaron algunos bueyes por el camino con el consiguiente susto.
Tras comer de nuevo en el centro de Luang Prabang, tuvimos una tarde muy tranquila. Volvimos a visitar la zona del Palacio Real y un nuevo templo, el Wat Mai Souwannaphummaham.
Es uno de los templos más bonitos, con un tejado de cinco niveles y bajorrelieves que muestran la vida cotidiana en Laos y el Ramayana.
Nos tomamos el resto de tarde libre en el hotel disfrutando de la piscina, relajándonos y cenando en el propio hotel. Otro día muy completo que nos había costado. Esto se acababa, ya solo nos quedaba un último día en Luang Prabang y por lo tanto un último día de viaje, sin contar las horas que pasaríamos en Bangkok
Alojamiento y Restaurantes
Alojamiento
Restaurantes
[align=justify]1. Comida. Volvimos a comer a Sisavangvong Road, en este caso elegimos el restaurante Sena. El precio fue muy parecido al Tangor del día anterior aunque nos gusto más el primero. De nuevo lo mejor de estos sitios es su ubicación y el ambiente en la calle principal.
2. Cena. Hoy nos quedamos a cenar en el restaurante del hotel que tiene bastante fama en Luang Prabang. Se llama Belle Epoque Restaurant. La comida es más sofisticada y el precio se dispara, pero probamos el pescado que lo cocinan al papillote y estaba espectacular, el mejor del viaje.