MASADA ✏️ Diarios de Viajes de IsraelTengo que admitir que no sé por qué Masada suele ofrecerse como visita opcional y no obligatoria cuando es uno de los puntos más interesantes (por lo menos a mi parecer) que te puedes encontrar en Israel. Y es que estamos hablando de un enclave...Diario: Israel: peregrinos sin peregrinar⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Etapas: 28 Localización: IsraelTengo que admitir que no sé por qué Masada suele ofrecerse como visita opcional y no obligatoria cuando es uno de los puntos más interesantes (por lo menos a mi parecer) que te puedes encontrar en Israel. Y es que estamos hablando de un enclave histórico y arquitectónico que mereció convertirse en Patrimonio de la Humanidad en 2001. La primera vez que vez el lugar donde se encuentran las ruinas te da la sensación de que están muy altas. Pero debemos pensar que Masada se encuentra muy cerca del Mar Muerto, por lo que considerando ese punto está a 450 metros de altura (aunque solo esté a 65 metros sobre el nivel del mar). El lugar es muy importante para la historia judía. Y es que allí se refugiaron los zelotes. Fueron sitiados por los romanos, quienes al final optaron por construir una rampa de 100 metros de altura con la que consiguieron acceder a la fortaleza que parecía inexpugnable. La fortaleza de Masada es un símbolo de resistencia judía. Desde el centro de acogida es posible ver ya el llamado Camino de la serpiente, un empinado camino para acceder andando hasta la cima y que no es muy recomendable cuando el calor aprieta. Dicen que se tarda alrededor de una hora en llegar arriba. Algunos comentarios que he visto en Internet dicen que la subida es bastante dura (y, como dije, muy calurosa). En horas de mucho calor el acceso al camino de la serpiente está restringido. No podemos olvidar que Masada está en un desierto. Cuando estaba en el centro de visitantes esperando a poder subir (el guía tuvo algún problema con las entradas) vi que había algunas personas subiendo. Aparentemente no parece complicado pero eso es porque no estaba subiendo. Otro camino es el llamado de la Rampa, que es que usaron los romanos en el asedio. Se tarda una media hora. La forma más cómoda de subir es el enorme teleférico, con capacidad para 80 personas, y desde el que se obtienen unas vistas impresionantes de los alrededores. De hecho, el paisaje desolado con el Mar Muerto de fondo me resultó muy atractivo. Existe un teleférico para subir a la cima desde 1971 pero en 1998 se instaló el que ahora vemos, mucho más moderno, grande y rápido (llega arriba en 3 minutos). También se eliminaron escaleras y se construyó un puente desde la estación superior hasta a la entrada al recinto para hacerlo más accesible. Tengo mucho miedo a las alturas y me dan pánico los teleféricos pero en este estuve bien e incluso fui mirando por las enormes ventanas. Antes de subir, y mientras esperábamos a que se abrieran las puertas para ver un documental, pudimos ver algunas piezas encontradas en las excavaciones. El centro de visitantes con la sala de proyecciones, el museo y la tienda son de 2007. Entremos en materia. Masada se encuentra en el desierto de Judea, en una montaña aislada rodeada de otras cumbres. Aunque es más antigua, su nombre se asocia con el rey Herodes el Grande, que fue quien fortificó la fortaleza e hizo allí sus palacios. Se han encontrado evidencias de población desde la Edad del cobre (IV milenio a.C.) aunque seguramente eran asentamientos nómadas. Igualmente se han encontrado algunos restos de cerámica de alrededor del siglo X a.C. Dice el historiador judeorromano Flavio Josefo que el fundador de la fortaleza de Masada fue el sumo sacerdote Jonathan, que es posible que fuera el rey asmoneo Alejandro Janneo. Cuando mucho después Pompeyo conquistó Judea, Herodes usó Masada para refugiar a su madre, a su prometida (y futura esposa) Mariamna (nieta de los reyes asmoneos Aristóbulo II e Hircano II) y a su hermana Salomé durante la invasión parta del año 40 a.C. mientras él iba a Roma a pedir ayuda. No se quedaron solas sino que con ellas estaba José, hermano de Herodes, y una guarnición de 800 soldados. Herodes consiguió el apoyo de los triunviros Marco Antonio y Octaviano. El Senado romano, convencido de la traición del rey asmoneo Antígono Matatías, aliado de los partos, otorgó a Herodes el título de reuy de Judea pero apenas si le ofreció ayuda militar. Herodes volvió a Judea, que había sido abandonada por los partos. Invadió Galilea y volvió a Masada para rescatar a su familia. En el 37a.C., en el marco de una guerra civil, asedió Jerusalén con ayuda de los romanos y apresó a Antígono Matatías. El antiguo rey fue enviado a Marco Antonio y decapitado. Tiempo después, ante el peligro que suponía Cleopatra (ayudada por Marco Antonio), Herodes fortificó Masada. Dadas sus condiciones geográficas, la fortaleza resultaba casi inexpugnable. Pero Herodes no solo buscaba defenderse de amenazas externas; el peligro estaba también en su propio pueblo, que le odiaba por su origen idumeo, por su pacto con los romanos y por haber acabado con el dominio de los asmoneos. Pero Masada también era un lugar de descanso y de lujo en el que Herodes podía impresionar a sus invitados. En el año 70 d.C. Tito entró en Jerusalén y la arrasó. Flavio Josefo lo explica con todo lujo de detalles en La guerra de los judíos. Josefo sabía los detalles de primera mano. Y es que su nombre real era Yosef ben Matityahu y había nacido en Jerusalén. Su padre era de familia de sacerdotes y su madre tenía ascendencia real. Luchó en la primera guerra judeo-romana como jefe de las fuerzas judías de Galilea. Fue vencido por Vespasiano en el año 67. Cuando Vespasiano se convirtió en emperador, le dio la libertad. Josefo se cambió el apellido a Flavio, adquirió la ciudadanía romana y se convirtió en amigo personal y traductor del hijo del emperador, Tito, a quien acompañó cuando sitió Jerusalén. Los zelotes, una facción radical judía, se refugiaron en Masada (y en otras fortalezas como Herodión o Maqueronte). El mismo año de la rebelión, unos rebeldes liderados por Menájem, hijo del dirigente político-religioso Judas el Galileo (que ofreció resistencia armada al censo decretado en Judea por los romanos), tomaron por sorpresa Masada, degollando a la guarnición romana. Eran los sicarios. Como en la fortaleza había hierro, bronce y plomo para hacer armas, suficiente comida y los canales llevaban en agua de la lluvia a las cisternas subterráneas, decidieron quedarse. Los sicarios se denominaban así por el puñal o sica que solían emplear y formaban parte a su vez de los zelotes, un movimiento que propugnaba el uso de la violencia para liberarse del yugo romano y acelerar la venida del Mesías. Los hombres de Eleazar ben Yair, sobrino de Menájem y líder tras su muerte, no combatieron contra los romanos, sino que se dedicaron a asolar la región del mar Muerto desde su base en Masada, protagonizando acciones como el saqueo de la vecina población judía de Eingedi, donde mataron a setecientas personas. De eso, claro, no se habla en Israel. Tres años más tarde el ejército romano asedia el último reducto judío que resiste, Masada. Un asedio muy duro para ellos, por las dificultades para obtener agua y comida. Los romanos debían traer el agua desde Eingedi, a varios kilómetros de distancia, y los víveres desde Jericó o Jerusalén. En la depresión del mar Muerto, a 400 metros por debajo del nivel del mar, las temperaturas suben hasta 50 ºC en verano y hay heladas en invierno. No lo tienen tan complicado los asediados, con buenas reservas suficientes. Aguantaron siete meses. En ese tiempo, los romanos intentaron romper las defensas de las murallas, con muy poco éxito. Se dice que los motivos de Roma eran económicos. Los rebeldes de Masada ponían en peligro el negocio de las plantaciones de bálsamo de la vecina población de Eingedi, enormemente lucrativo. Según Plinio el Viejo, el comercio de perfumes de Judea produjo la enorme suma de 800.000 sestercios durante los cinco años de guerra. Los sicarios de Masada modificaron las construcciones de la fortaleza adaptándolas a sus necesidades y prácticas religiosas. Construyeron talleres o pequeñas viviendas separadas por tabiques, donde los arqueólogos han hallado utensilios de uso cotidiano como recipientes de piedra para la comida, ideales para evitar cualquier impureza ritual descrita en la ley judía. También se construyeron baños para abluciones rituales (en hebreo, mikvaot) y una panadería. En el vestuario de la casa de baños de Herodes se añadieron bancos y se instaló una bañera en una esquina. Los rebeldes también adaptaron a sus necesidades la sinagoga, construyendo otro banco corrido para dar cabida a más gente. En las excavaciones de la sinagoga se descubrieron fragmentos de cerámica (ostraca) con la inscripción "diezmo de los sacerdotes", lo que significa que se preocuparon de pagar el impuesto debido al templo de Jerusalén, así como una geniza, un hoyo excavado en la tierra para albergar los textos sagrados que, por su estado de deterioro, ya no fuesen aptos para el culto. Eso explica que los sicarios eran fervientes cumplidores de la Ley de Moisés aunque vieran con buenos ojos matar a los enemigos o a todo que se opusiera a la ley. En el tiempo que duró la guerra, Masada acogió a una multitud de judíos. Además de los sicarios, las excavaciones han sacado a la luz restos que demuestran que en la cumbre se refugiaron samaritanos (una comunidad de ascendencia judía tachada de impura por los judíos) y esenios, secta ascética judía que poseía una comunidad en Qumrán, no lejos de Masada. La vida interna de los esenios en Qumrán se organizó en diez zonas, cada una de ellas al mando de un jefe. Flavio Silva, comandante de la Legio X Fretensis, hizo construir una muralla que rodeaba todo el promontorio, con torres de vigilancia a intervalos, y desplegó un total de ocho campamentos que debían servir no sólo como cuartel, sino también para evitar fugas de los sitiados y defenderse frente a incursiones exteriores. Fue con el fracaso del asedio cuando los romanos tuvieron una idea; construirían una rampa. Tardaron tres meses en hacer la que se considera la rampa de asedio más grande que jamás se haya hecho (y cuya presencia aún se intuye). La hicieron judíos tomados prisioneros en la guerra. Con una torre de asedio que subieron por la rampa, los soldados romanos consiguieron abrir una brecha en la muralla. No lo suficiente para entrar, sin embargo. Los sitiados taparon el agujero con piedras y madera. No quedó más remedio que provocar un incendio. Masada estaba perdida. Para los sitiados solo quedaban dos soluciones: esclavitud o muerte. Y se decantaron por lo segundo. El suicidio para los judíos está vetado. Por lo tanto decidieron que lo harían de otro modo. Diez hombres serían los elegidos para matar a los demás, incluso a sus familias. Luego, echándolo a suertes, escogerían a uno que sería el encargado de matar al resto. El último sí que no tendría más remedio que suicidarse. Cuando entraron los romanos al día siguiente encontraron 960 cadáveres. Solo había siete personas con vida, dos mujeres y cinco niños. Fueron ellos los que explicaron lo sucedido. Flavio Josefo se hizo eco de las explicaciones de los supervivientes y de los soldados. La arqueología, sin embargo, no ha encontrado evidencias de ese suicidio colectivo. Tiempo después los bizantinos ocuparon brevemente la fortaleza. De su paso por allí quedan algunas evidencias, como una puerta de acceso por el oeste o una Iglesia de la que hablaré posteriormente. A principios del siglo V, Masada fue visitada por San Eutimio y su discípulo Domiciano, quienes erigieron en su cumbre una capilla que sería más tarde el núcleo de un pequeño monasterio perteneciente a una pequeña comunidad eremita de monjes bizantinos. La conquista árabe supuso el fin de esta comunidad y el abandono definitivo de Masada a mediados del siglo VII, con una posible ocupación esporádica durante la época de las Cruzadas. En la entrada ya nos damos cuenta de un detalle. Veremos por todo el complejo una línea negra que nos marca el punto donde empieza la restauración y, por tanto, lo que es original. Las paredes de la puerta del sendero de la serpiente están decoradas con revoque pintado al fresco. Hay unos bancos que debieron servir para los guardias o las visitas que esperaban a tener la autorización para poder entrar. Nos adentramos en el complejo y lo primero que vemos es que se han instalado algunas sombrillas enormes para poder seguir las explicaciones de los guías sin morirse de calor. También vemos unas fuentes de agua fresca donde podemos rellenar las botellas. A la izquierda del sendero que nos lleva a las ruinas podemos ver la cantera que abasteció de materia prima para construir los edificios herodianos. Se trata de piedra dolomita. Empezamos la visita en la casa del comandante, que tiene unas habitaciones que en su tiempo estuvieron decoradas con bonitos frescos. Aún podemos ver algunos, decoraciones con motivos geométrico o florales. No son los originales; solo se conserva un pequeño fragmento. En su tiempo seguramente fue un edificio muy lujoso. Se cree que en el tiempo del asedio dio refugio a varias familias. Una amplia zona del recinto se destinó como área de almacenamiento. Estos almacenes tenían dos áreas, separadas por un pasillo. Consistían en habitaciones alargadas (cuatro en el grupo septentrional y diez en el meridional), de 26 por 4 metros, dispuestas de norte a sur, y adyacentes unas a las otras. Estas estancias se hallaban separadas por muros paralelos de roca de unos 3,3 m de altura en origen y 0,6 m de espesor. Las dos zonas se hallaban rodeadas por largos pasillos que se cree que también se destinaron como zona de almacenamiento. Cuando empezaron a excavar en el recinto los muros estaban completamente derrumbados casi a ras de suelo por culpa de los terremotos, muy comunes en la zona. Tuvieron que restaurarlos antes de excavar. Una vez retirada la capa de rocas, se vio que el suelo estaba lleno de cenizas y vigas quemadas, lo que llevó a pensar que el techo fue destruido por un incendio. También se encontraron centenares de recipientes de cerámica, que los defensores de la fortaleza destruyeron para evitar que cayeran en manos romanas. En su momento sirvieron para contener aceite, vino o harina. La mayoría pertenecían a la época herodiana, aunque habían sido reutilizados durante la revuelta, como lo demuestran las inscripciones en tinta y carboncillo con nombres en hebreo. Cada almacén se destinaba a un único tipo de recipientes y contenidos. Sí que sorprendió no encontrar armas aunque sí se documentaron importantes cantidades de estaño y otros metales. También se halló un centenar de monedas de bronce desperdigadas por el suelo, pertenecientes al segundo y tercer año de la rebelión. En total había 29 almacenes. Dice Flavio Josefo que allí se almacenaba una gran cantidad de grano que podía alcanzar para varios años además de vino, aceite, leguminosas y dátiles. Aún hoy se han encontrado evidencias del gusto refinado de Herodes, con ánforas de excelente vino del sur de Italia, garum de Hispania o manzanas de Cumae. Nos detenemos para ver una maqueta del complejo norte en tiempos de Herodes. El Palacio Occidental es el edificio más grande de Masada, con 3.700 m² de tamaño, construido por Herodes. El vestíbulo de entrada tiene bancos incorporados y las paredes están decoradas con diseños de estuco. Tiene tres pisos (es la estampa más reproducida de las ruinas) casi colgados en el precipicio. En el primer piso hay un pasillo. Debido a cuatro depresiones en el suelo en las que se podrían haber asentado las patas del trono del Rey, se ha supuesto que se trataba del “Salón del Trono”. Un tramo de escaleras conduce al segundo piso, que da al complejo de baños de abajo, con un magnífico suelo de mosaico. El palacio norte es la joya de Masada y uno de los edificios más lujosos que mandó construir Herodes. Se alza sobre tres terrazas de roca natural, como decía antes, con una diferencia total de altura de 30 metros. Fue necesario hacer muros de contención para sujetarlas. Se sabe que el rey y su familia se instalaban en el piso superior y los otros dos eran para sus invitados. Fue construido en la cima de la colina, sobre el abismo, sobre tres terrazas rocosas, con un desnivel total de unos 30 m, por lo que requería fuertes muros de contención. Tiene una influencia arquitectónica helenística y romana. En la terraza superior estaban las habitaciones privadas de Herodes, un ala residencial con cuatro habitaciones y un salón central. Las habitaciones estaban pavimentadas con diseños de mosaicos geométricos y se pintaron frescos en las paredes. Se ha conservado el suelo de mosaico de la sala suroeste, estampado con hexágonos en blanco y negro. Este es un diseño común en Roma y sus alrededores. Fuera hay un patio semicircular, antes rodeado de columnas, que da al acantilado He'etekim en el desierto de Judea, el Mar Muerto, y la matriz de asedio romana. En el centro de la terraza del medio había una sala circular rodeada de columnas, de la cual solo quedan los cimientos. Este era el salón de recepciones y banquetes. La terraza inferior también albergaba un salón, rodeado de columnatas. Las paredes exteriores de la sala estaban decoradas con diseños de estuco y las paredes interiores con frescos (pinturas murales pintadas sobre yeso húmedo) que representaban paneles de imitación de mármol de colores y diseños geométricos. El palacio también contaba con una pequeña casa de baños, en la que se encontraron los restos óseos de lo que se presume fueron tres de los rebeldes, así como el cabello trenzado de una mujer, muy bien conservados. La terraza inferior también albergaba un salón, rodeado de columnatas. Las paredes exteriores de la sala estaban decoradas con diseños de estuco y las paredes interiores con frescos (pinturas murales pintadas sobre yeso húmedo) que representaban paneles de imitación de mármol de colores y diseños geométricos. La casa de baños está construida como unas termas romanas. Está muy bien conservada. En la entrada hay un patio rodeado de columnas, destinado al ejercicio gimnástico. El vestidor (apodyterium) está decorado con frescos y azulejos. Durante la Revuelta aquí se construyó una piscina de inmersión. En la sala tibia (tepidarium) los frescos se han conservado maravillosamente bien. Una abertura en la pared de esta sala conduce a la piscina escalonada de la cámara fría (frigidarium. El aire caliente fluía a través de tuberías de cerámica incorporadas en las paredes. Se han instalado réplicas. El suelo estaba sostenido por pequeñas pilastras que permitían circular el aire caliente. En todas las termas es posible ver o imaginar el suelo, de mosaico. En uno de los lados de la sala se encontraron restos de una bañera de cuarzo que se usaba como fuente. Se conectaba al exterior con tuberías de plomo. También había una bañera para inmersiones de agua caliente. A las termas se entraba por un patio que tenía un suelo de mosaico. Ahora allí podemos ver una maqueta de las mismas. Es posible subir al tejado de las termas para tener buenas vistas. De hecho en todo el recinto hay varios miradores. Desde ellos (y desde el teleférico) es posible distinguir los ocho campamentos romanos y la muralla de asedio. Muy cerca de las termas se encontraron muchas ostracas. Entre ellas destacan unas que tienen escritos nombres, entre ellos ben Yair, el jefe de los sicarios. Se piensa que pudieron ser las fichas que se usaron para echar a suertes quién mataba a los demás y se suicidaba. El suministro de agua estaba garantizado por una red de grandes cisternas excavadas en la roca en el lado noroeste de la colina. Se llenaban durante el invierno con agua de lluvia que fluía en los arroyos de la montaña. Hoy es posible ver algunas de esas cisternas, que en total podían almacenar 40.000 metros cúbicos de agua. Estaban excavadas en las laderas de la montaña y se llevaban a la cima con animales de carga. En las ruinas también hay restos de alguna mikvá, baño ritual. Un edificio utilizado en la época de Herodes como establo, fue convertido en sinagoga por los rebeldes. Dos pozos excavados en el suelo de la sala en los que se encontraron fragmentos de rollos bíblicos parecen haber servido como geniza, un archivo de almacenamiento de textos religiosos. Se construyeron bancos a lo largo de las paredes. Esta es una de las pocas sinagogas antiguas que estaba en uso al final de los tiempos del Segundo Templo. Hoy vemos los bancos alrededor y las columnas que sujetaban el techo. Al sur de la sinagoga, en el “marco de los rollos”, se encontró una colección de artículos de la época de la Revuelta, incluyendo secciones de rollos y papiros. La iglesia bizantina era el lugar de reunión de los monjes ermitaños de los que hablé al tratar de la historia del recinto. La nave de la iglesia está pavimentada con mosaicos y las paredes están decoradas con patrones hechos al colocar cerámica y piedras en yeso. El ábside al final de la nave se conserva íntegro. En el patio se encontraron vidrios de la ventana del muro del ábside y decenas de tejas de barro del techo. En la sala occidental de la iglesia hay un bonito suelo de mosaico decorado con motivos florales y medallones, que representan frutas y una canasta de pan de comunión. También encontramos varios columbarios, que nos explican que servían para criar palomas para hacer sacrificios. En otra parte he visto que eran útiles para proporcionar guano, el fertilizante para que las tierras fueran más productivas. En las ruinas de Masada también nos llaman la atención unos dóciles pajaritos. Son los estortinos de Tristam. Deben su nombre al reverendo inglés Henry Baker Tristam, quien además era explorador y naturalista, estudioso de la Biblia, geólogo y ornitólogo. El plumaje de estos animalillos es negro pero sus alas por debajo son de color naranja. Imagenes relacionadas Índice del Diario: Israel: peregrinos sin peregrinar
01: CONSIDERACIONES GENERALES
02: CONSIDERACIONES GENERALES. 2a PARTE
03: CONSIDERACIONES GENERALES. 3a PARTE
04: HISTORIA DE ISRAEL 1a PARTE
05: HISTORIA DE ISRAEL 2a PARTE
06: MASADA
07: MAR MUERTO
08: TEL AVIV
09: JAFFA
10: HAIFA
11: ACRE
12: MONTE DE LAS BIENAVENTURANZAS
13: MAR DE GALILEA y YARDENIT
14: CAFARNAUM
15: MAGDALA
16: TABGHA: PANES Y LOS PECES Y PRIMADO DE SAN PEDRO
17: NAZARET
18: CESAREA MARÍTIMA
19: JERICÓ
20: JERUSALÉN 1a PARTE
21: JERUSALÉN 2a PARTE
22: JERUSALÉN 3a PARTE
23: JERUSALÉN 4a PARTE
24: JERUSALÉN 5a PARTE
25: JERUSALÉN 6a PARTE
26: JERUSALÉN 7ª PARTE
27: JERUSALÉN 8a PARTE
28: BELÉN
Total comentarios: 4 Visualizar todos los comentarios
📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
Últimos comentarios al diario: Israel: peregrinos sin peregrinar
Total comentarios: 4 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN LA ETAPA
Diarios relacionados Euroluna de Miel en Israel.
Una luna de miel atípica en Israel con una excursión a Jordania, con motivo de Eurovisión 2019.
⭐ Puntos 4.87 (15 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 99
Israel y sus pueblos-2013
ESTE FUE MI PRIMER VIAJE AL EXTRANJERO EN SOLITARIO.FUE SIN ESPERARLO,SIN PENSARLO Y KAMIKAZE POR MI PARTE.MI MAYOR LOCURA,BUENO ANTES DE ESTA HICE OTRA A...
⭐ Puntos 3.67 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 92
ISRAEL y JORDANIA (OCT-2013)
Este es el diario de nuestro viaje de 18 días a Israel y Jordania que hicimos en Octubre de 2013. También describe los 3 días que paramos en Estambul
⭐ Puntos 4.83 (24 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 71
RECORRIENDO ISRAEL LA CAPITAL DE LAS 3 RELIGIONES ABRAHAMICAS
Un viaje circular por todo ISRAEL con todo el misticismo de las 3...
⭐ Puntos 5.00 (1 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 63
A la búsqueda de la piedra antigua.
Relato de una semana en Israel visitando los lugares arqueológicos más conocidos y otros...
⭐ Puntos 4.86 (7 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 59
Galería de Fotos
|