En el 2005, el Padre Juan Solana, en esa época Chargé de la Santa Sede para el Instituto Pontificio Notre Dame de Jerusalén, quiso hacer un albergue de peregrinos en Magdala.
Cuando los obreros empezaron a trabajar encontraron los restos de una sinagoga del siglo I. Además, dentro de la sinagoga se encontró la Piedra de Magdala, uno de los hallazgos arqueológicos de Israel más importantes en los últimos 50 años, según los expertos. Posteriormente los arqueólogos encontraron un pueblo judío completo e intacto del primer siglo, identificado como la antigua ciudad de Magdala, patria de María Magdalena.

El sitio ha sido identificado como la antigua ciudad de Migdal Nunia, nombre que significa torre de pescado. En griego se conocía también como el nombre de Taricheae, que hace alusión a la industria de la salazón del pescado. Magdala fue el pueblo más grande en la orilla occidental del Mar de Galilea hasta la fundación de Tiberíades en el año 19 d.C.
Una generación después, Magdala también fue el lugar de residencia del líder judío Yosef ben Matityahu, conocido posteriormente en la historia romana como Flavio Josefo, quien ocupó el cargo de gobernador de Galilea durante el tiempo de la Gran Revuelta Judía (66-73 d.C.). Durante su mandato erigió una barricada de defensa alrededor de la ciudad.
Según sus narraciones durante la Gran Revuelta Judía, Magdala se habría convertido en un lugar de concentración de rebeldes judíos que luchaban contra Roma, aunque no todos eran originarios de la ciudad sino provenientes de otros lugares de la región.
En el año 67 d.C. el ejército romano dirigido por Vespasiano sitió la ciudad. Ésta fue conquistada y muchos de los rebeldes huyeron en embarcaciones a través del Mar de Galilea, otros muchos perecieron en enfrentamientos marítimos con el ejército romano. El resto de los habitantes que permanecieron en Magdala fueron ejecutados o convertidos en esclavos. Aunque se formaron pequeños asentamientos de gente en la zona, la parte norte de Magdala nunca más fue reconstruida.
En 1908 judíos sionistas emigrados de Rusia compraron a los alemanes la propiedad de Magdala con el fin de entrenar a los judíos en agronomía. Se cultivaron olivos, cítricos de todo tipo, dátiles, mangos, aguacates y otras frutas.
En 1912 los franciscanos compraron una propiedad al sur del terreno donde luego se encontrarían restos arqueológicos.
El primer edificio que vemos es la sinagoga. Es la sinagoga más antigua excavada en Galilea y una de siete sinagogas del siglo primero descubiertas en todo Israel. Monedas escavadas en la sinagoga se han fechado entre los años 5 – 63. Eso ha llevado a pensar que Jesús pudo visitarla.

Los mosaicos y frescos encontrados en la sinagoga revelan la influencia grecorromana en el periodo Herodiano. La sinagoga se ha conservado en muy buen estado. Se conserva una sala de ingreso que debió servir como escuela (Bet Midrash) y una habitación donde se conservaban los rollos de la Torá (Aaron Kodesh). En el centro de la sinagoga se encontraba la Piedra de Magdala.
La Piedra de Magdala es probablemente la primera representación artística del Segundo Templo.
Al frente de la piedra, está esculpida la imagen más antigua de la menorá de siete brazos del Segundo Templo. Este es un descubrimiento que ha producido mucho interés entre los arqueólogos. Hasta el momento solo se sabía de ella por la representación en el Arco de Tito, en Roma.

En los lados laterales está grabado un edifico con columnas y arcos en un diseño en tres dimensiones (con proporción, vamos) para crear la ilusión de estar dentro del Templo.
La parte posterior de la piedra muestra una estructura con columnas, dos ruedas y unas formas geométricas que ilustran fuego. Se cree que representa el Sancta Sanctórum.
En la parte superior hay gran roseta. Consiste de seis pétalos rodeada de otros seis idénticos. El significado simbólico de la roseta se desconoce.
En una calle al sur de la sinagoga se han identificado mansiones que eran probablemente de los comerciantes ricos de Magdala. Estas mansiones estaban pavimentadas con suelos de artísticos mosaicos.
Otra características son los cuatro mikvaot (baños rituales). Son, hasta el día de hoy, los más antiguos descubiertos y que se alimentan por sus propios manantiales.

Hay evidencias de tiendas que vendían desde cerámica hasta productos de madera, vegetales o frutas frescas.
La importancia de la industria de la pesca de Magdala era muy importante. Las tiendas tenían pequeñas piscinas de diversos tamaños diseñadas para preservar la pesca del día y mostrarla a los clientes. Uno de los hallazgos mas impresionantes en el mercado es el avanzado sistema de “tuberías” que conectaba a las tiendas y proveía de acceso al agua fresca.
Se han encontrado los restos de un gran almacén al lado de un largo muelle de piedra que ahora se encuentra sobre tierra, pero que, hace dos mil años, estaría a las orillas del Mar de Galilea. En el sótano de este almacén, el cual está divido en secciones, se han encontrado varios recipientes de cerámica para el almacenamiento de pescado, especies y aceites.
Pese a ser la patria de María Magdalena, no nos hablan de ella. ¿Prostituta redimida?. Es muy poco probable. ¿Acompañante de Jesús?. Seguramente aunque no se sabe si como simple seguidora, compañera fiel, pareja sentimental o esposa.
Visitamos la iglesia. Recibe el nombre de Duc in altum. Significa "Rema mar adentro". En el Evangelio de San Lucas 5, 4 Jesús le dice a Simón Pedro: “Rema mar adentro y echad vuestras redes para la pesca”.
El edificio está compuesto de: el Atrio de las Mujeres, la Capilla de la Barca, las capillas de los mosaicos y la Capilla del Encuentro. Para mi gusto no es tan fea como otras pero tampoco nada del otro mundo.
Lo más destacado es el altar de la capilla con forma de barca de pescadores. Justo detrás hay una cristalera, luego un estanque y detrás el mar de Galila. Evoca a Jesús predicando desde la barca de los apóstoles. La capilla tiene capacidad para 250 personas. El Sagrario que se encuentra sobre el altar fue bendecido por el Papa Francisco durante su visita pastoral a Tierra Santa, el 26 de mayo del 2014 . Llaman la atención los iconos que adornan las paredes con Jesús, María y los 12 apóstoles pintados por un artista cristiano ortodoxo de origen chileno. También Judas Iscariote.

El Atrio de las Mujeres consta de ocho columnas, siete de las cuales representan a las mujeres que siguieron a Jesús según los relatos evangélicos, y la octava es en homenaje a todas las mujeres de fe a través de la historia. Algunas de esas mujeres son María Magdalena, María y Marta (hermanas de Lazaro y seguidoras de Jesús) o la suegra de San Pedro. Las ocho columnas están sobre un mosaico circular con patrones del primer siglo, como los que se encontraron en la sinagoga . Los muros del atrio están pintados con los mismos colores de los frescos encontrados en el sitio . Una frase del Papa San Juan Pablo II adorna la circunferencia del techo. Destaca el importante rol de la mujer en la Iglesia y en la transmisión de la fe (lo que no deja de ser un poco hipócrita porque las mujeres en la Iglesia han pintado bastante poco). El atrio está inspirado en un diseño octagonal atribuido a la arquitectura bizantina .
Alrededor del atrio hay cuatro capillas que tienen mosaicos que representan episodios de la vida pública de Jesús. Cada una tiene capacidad para 50 personas.
La primera capilla, orientada hacia el lago, se llama “Caminando sobre las aguas" porque representa a Jesús caminando sobre las aguas del lago Tiberíades.
La segunda capilla, también con dirección al lago, es la “Capilla de los Pescadores de Hombres", que es como denominó Jesús a los primeros apóstoles, Pedro, Andrés, Santiago y Juan, cuando les invitó a seguirle.
En otra de las capillas se representa a María Magdalena pero en la versión de mujer dominada por siete demonios y salvada por Jesús. Y en la última, la resurreción de la hija de Jairo, uno de los jefes de la sinagoga de Gerasa o de Cafarnaum.
La Capilla del Encuentro está en el sótano. El diseño se inspira en la sinagoga del siglo I. Hay una pintura muy realista. Vemos unos pies (unos de Jesús) y una mano que se alarga para tocar su manto. Nos habla de un milagro que a mí no me sonaba de nada. Parece que había una mujer que padecía de terribles hemorragias desde hacía años y que se curó solo con tocar una borla de la túnica de Jesús. La pintura es obra del artista chileno Daniel Cariola.

Se sitúa sobre el mercado de Magdala del siglo I.
