Amanece un nuevo día y ya estamos en Split, en Croacia, lo que constituye la última escala del crucero antes de ya bajar en Rávena mañana lunes, en tierras italianas.

Bajamos a desayunar y, la verdad, empezamos a notar síntomas de empacho porque nos estamos pasando 3 pueblos en cuanto a la ingesta alimentaria. “Sarna con gusto no pica”, que diría el refranero. Hoy le damos a algo más ligero como los cereales o yogur con acompañamientos.

Subimos al camarote, cogemos los pertrechos para la mañana y bajamos a tierra. Desde el puerto de cruceros hasta el inicio del casco histórico de Split hay un trayecto de 20 minutos pero como el día está espléndido en temperatura y climatología el paseo se hace muy agradable.
El itinerario de hoy previsto será el siguiente:
. Puerta de Plata
. Peristilo
. Puerta Dorada
. Templo de Júpiter
. Vestíbulo
. Sótanos del Palacio de Diocleciano
. Catedral
. Puerta de Hierro
. Palacio Pavlović
. Calle Papalićeva
. Plaza del Pueblo
. Plaza de la Fruta
. Plaza de la República
. Paseo de los atletas olímpicos
. Supermercado
Los baños públicos que podemos encontrar en Split son los siguientes:
- Obala kneza Domagoja - viniendo del puerto y antes de llegar a las murallas
- Matejuška, Trumbićeva obala – cerca del paseo de los atletas olímpicos
- Nepotova, Julija Nepota 2 – junto a la Puerta de Plata
- Obala Lazareta – en el paseo marítimo Riva
Puesto que se supone que la catedral de Split está cerrada al turismo de 09:30 a 11:00 por estar destinada al culto en este tramo horario, la idea es llegar a la zona del Palacio de Diocleciano hacia las 10:30, ver alguna cosa y esperar a las 11:00 para acceder a la catedral y luego continuar con el itinerario.
Split, ciudad situada al sur de Croacia, es la principal ciudad de la región de Dalmacia y la segunda ciudad más populosa del país, después de Zagreb. Es un importante puerto pesquero y base naval del Adriático, así como un centro cultural y turístico importante por el que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1979.
La ciudad creció alrededor de la casa de descanso del emperador romano Diocleciano, quien nació cerca de allí en el año 245 d. C. El Palacio, el corazón de Split, fue mandado construir por este emperador romano entre el siglo III y IV d.C. Como hitos históricos se puede destacar que en 1420, los venecianos obtuvieron la soberanía de Dalmacia, y aunque respetaron la autonomía de la ciudad, incluyendo sus leyes, el gobierno municipal fue dirigido siempre por un príncipe-capitán veneciano. Durante todos estos gobiernos venecianos, la ciudad prosperó y se extendió más allá de las murallas. En 1797, cuando Napoleón Bonaparte disolvió la República de Venecia, Dalmacia quedó en posesión de Austria, tras la Primera Guerra Mundial y la disolución del Imperio austrohúngaro, la provincia de Dalmacia pasó a formar parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Reino de Yugoslavia) y entre 1945 y 1990, Split fue el centro administrativo de Dalmacia.
Una vez finalizada la zona del puerto llegamos al perímetro del Palacio de Diocleciano junto a las murallas. Aún es relativamente pronto pero aquello empieza dar indicios de que va a ser un rebosar de gente y otro Mykonos en potencia. Hay muchos tenderetes de souvenirs y las camisetas del futbolista Luca Modric de la selección croata están por todos lados. Estuve buscando algo de merchandising del mítico equipo de baloncesto de la ciudad, la Jugoplastika, pero ni rastro de ello. Otra vez será….
Llegamos a la Puerta de Plata, uno de los accesos al Palacio de Diocleciano.

Su nombre romano era Porta Orientalis. Por esta puerta, a través de la calle principal, Decumanus, se llegaba al palacio. Como dato en el año 2000 a través de esta puerta pasó el Papa Juan Pablo II, admirándose por la belleza de la Catedral de San Domnius, en la que rezó después.
Cruzamos la puerta y nos topamos con la realidad que nos va a acompañar el resto de la jornada:
1 – No hay gente, no hay mucha gente, hay demasiada gente.
2 – Casualidades del calendario hoy en Split se disputa la Marjan Race, la competición de triatlón más antigua de Croacia. Esto supone que toda la ciudad esté vallada y encintada para el paso de los atletas.

Esto se convierte en la tormenta perfecta: domingo, lleno de turistas y muchas calles cortadas por culpa de la celebración del triatlón. Va a ser duro y complicado poder disfrutar de la visita.
Nos acercamos al Peristilo, el centro neurálgico del Palacio de Diocleciano.
El peristilo era la plaza central del Palacio y era accesible desde los sótanos por una escalera. Aquí se levantaban los edificios religiosos más importantes aunque el verdadero culto es el que se dedicaba al mismo Diocleciano, que se veía como el hijo vivo de Júpiter. El emperador aparecía bajo el arco central del pórtico, sus súbditos se le acercaban y se arrodillaban para besar el borde de su manto de púrpura o se postraban en el suelo frente a él.

Aquello está tremendo de gente y apenas se puede caminar sobre la plaza. Nos paramos en una esquina y contemplamos en derredor. El entorno es magnífico y daría gusto pasar allí un buen rato contemplando cada detalle pero tras una sucesión de pisotones y empujones optamos por ir al lugar donde se venden las entradas para la Catedral, en el mismo peristilo.
En la puerta hay un cartel con los precios porque hay entradas combinadas según los monumentos que se quieran ver y, aparte, una información que dice que hoy, de manera excepcional, la catedral no abrirá para el turismo hasta las 13:00 horas (en esos momentos serían sobre las 11:00).

Ante esta información nos hacemos a un lado y recalculamos ruta teniendo en cuenta lo agobiante del entorno y el hecho de tener que regresar en el plazo de 2 horas con la triatlón mediante. Por de pronto, nosotros teníamos idea de coger la entrada combinada azul que incluye Catedral, Cripta y Baptisterio (Templo de Júpiter) cuyo coste, según su web, era de 7 euros. La inflación también ha llegado a Croacia y el coste en 2024 ha subido a 9 euros. Reflexionamos y decidimos continuar con el itinerario y a la vuelta cuando regresemos por la zona ya pensaremos qué hacemos. Por si acaso hago una pequeña semblanza de lo que nos vamos a encontrar.
La Catedral de San Domnius fue el mausoleo de Diocleciano y posteriormente pasó a convertirse en la catedral a mediados del s VII. Se da la paradoja de que Diocleciano fue el último emperador en perseguir a los cristianos y se dice que, una vez que se eliminaron todos los símbolos paganos y la ciudad se convirtió al cristianismo, se expolió su tumba extrayendo los restos del emperador y colocando los de los mártires que sufrieron su persecución. Entre las catedrales europeas la de Split tiene como sede el edificio más antiguo y en su puerta se puede ver una esfinge auténtica traída de Egipto.
El Templo de Jupiter fue convertido en el baptisterio de la catedral en el siglo VII. Al entrar al templo hay otra de las esfinges egipcias del Palacio de Diocleciano, ésta algo decapitada. Del interior del templo destacar la bóveda decorada con 64 paneles con caras en su interior representando diferentes emociones humanas y la pila bautismal que, en uno de sus laterales, contiene la imagen más antigua que se conserva de un rey croata, del siglo XI. Se cree que puede ser Petar Krešimir IV o Demetrius Zvonimir.
Continuamos camino el cual será relatado en la siguiente etapa.