El Ayuntamiento de Montreal es obra de los arquitectos Henri-Maurice Perrault y Alexander Cowper Hutchison y se erigió entre 1872 y 1878. Su estilo arquitectónico es del Segundo Imperio (Napoleón III). Sufrió un incendio en 1922. Se restauró basándose en el modelo del ayuntamiento de la ciudad francesa de Tours.

Fue en 1967 cuando el general Charles de Gaulle, entonces presidente de Francia, lanzó desde el balcón del ayuntamiento su célebre y polémico “Vive le Québec libre !” (Viva el Quebec libre) al final de su discurso.
Actualmente está en obras.
Por detrás queda la Plaza del Campo de Marte (como en París), hoy también en obras, con el metro del mismo nombre.
Al lado del ayuntamiento está el moderno edificio del Palacio de Justicia de Montreal y el más clásico edificio Ernest-Cornier (que es la Corte de apelaciones).
Justo enfrente del Hotel de la Ville está el Château Ramezay. Construido en 1705 como residencia del entonces gobernador de Montreal, Claude de Ramezay, el castillo fue el primer edificio proclamado como monumento histórico de Quebec y es el museo de historia privado más antigua de la provincia. Ha ido cambiando de dueño muchas veces desde entonces. A partir de 1775, se convirtió en el cuartel general canadiense del Ejército Continental cuando se apoderó de Montreal. Benjamin Franklin se quedó allí durante la noche en 1776, mientras intentaba reunir tropas para luchar por los estadounidenses en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Luego volvió a ser residencia de los gobernadores, en este caso británicos. En 1878 albergó la primera Facultad de medicina de la Universidad de Montreal. El edificio fue comprado por la Sociedad Numismática y anticuario de Montreal y convertido en un museo histórico y galería de retratos en 1894.
Tiene unos jardines muy bonitos que se pueden ver un poco desde fuera.
No pudimos visitarlo (en este viaje hemos tenido poco tiempo para los museos) pero por lo que veo en las fotos en guías o internet está muy bien. Me ha llamado especialmente la atención la cocina.
La Plaza Jacques Cartier, que lleva el nombre del famoso explorador francés, es una de las plazas principales del Viejo Montreal. Fue diseñada a principios del siglo XIX y está llena de terrazas de cafés y restaurantes. Allí se concentran también muchos artistas callejeros, de calidad dispar (vi una bailarina de flamenco que dejaba mucho qué desear pero que era muy aplaudida por turistas no españoles), y dibujantes de caricaturas (como en las Ramblas de Barcelona). Los maceteros llenos de bonitas plantas y los árboles hacen que sea algo más que una gran extensión de cemento.

Comunica la Rue Notre Dame est (donde está el Ayuntamiento) con la Rue Commune est, junto al mercado de Bonsecours y el puerto viejo.
En la plaza se encuentra el que dicen que es el monumento más controvertido de Montreal, la Columna de Nelson, instalada en memoria del almirante Horatio Nelson. Precede a su homóloga londinense en 33 años, ya que data de 1810, y representa las pretensiones imperialistas británicas. Vamos, eso en una ciudad de la provincia de Quebec, se ve raro.
Fue erigida por los comerciantes ingleses de la ciudad. Fue retirada en 1997 para preservarla de las inclemencias meteorológicas y fue reemplazada posteriormente por una copia.
La plaza tiene pendiente porque desciende hasta el puerto.
El viejo puerto de Montreal fue construido en el siglo XVIII y durante el siglo XIX cobró auge gracias a la revolución industrial que se estaba llevando a cabo en la ciudad.
Tiempo más tarde, las operaciones del puerto se mudaron al puerto actual de Montreal, un poco más al este, y el Vieux Port se convirtió en el importante sitio histórico y turístico así como de ocio.
Ojo al pasar la calle. De vez en cuando pasa un tren de mercancías (el que vimos era larguísimo). También hay wc públicos.
Desde el Vieux Port de Montreal se pueden ver Habitat 67, la Biosfera en la isla Santa Helena y el puente Jacques Cartier.
La torre del reloj o Tower Clock es un edificio del año 1922 que simboliza la entrada al Vieux-Port de Montreal. Se trata de una torre blanca de 45 metros de altura creada por el ingeniero montrealés Paul Leclaire que conmemora a los marineros canadienses que murieron en la Primera Guerra Mundial. Y, claro, como su nombre indica tiene un reloj.

En el viejo puerto podemos ver la Grande Roue de Montréal, una de las atracción más recientes de la ciudad que abrió al publico en el año 2017. Esta enorme noria, parecida a la London eye, está abierta al público los 7 días de la semana todos los días del año. Mide unos 60 metros de alto con 42 cabinas acristaladas y adaptadas a todo tipo de clima para ocho personas cada una. El paseo completo dura unos 15 minutos. Puede resistir temperaturas extremas y vientos de 240 km/h.
Se construyó para el 375 aniversario de la ciudad. Su enorme altura permite ver a una distancia de 28 km.

Hay muchos lugares de ocio y puestecitos de venta de gafas, palomitas, etc. También hay una tirolina.
Habitat 67 es un complejo habitacional con una arquitectura muy peculiar que fue construido para la Exposición Universal de Montreal. Son apartamentos en forma de bloques, fabricados de hormigón y distribuidos con cierto desorden, alcanzando una altura hasta de 12 plantas.
Una de las islas del archipiélago de Hochelaga es la de Sainte Hélène. Fue nombrada en 1611 por Samuel de Champlain en honor a su mujer, Hélène de Champlain. La isla perteneció a la familia Le Moyne de Longueuil de 1665 hasta 1818, año en que se vendió al gobierno británico. Éste hizo construir allí un fuerte y un polvorín para defender la ciudad, en consecuencia de la Guerra de 1812.
El nuevo gobierno canadiense la adquirió en 1870; y en 1874 se convirtió en parque público. Para la expo del 67 se unió a Montreal por metro (de hecho la red de metro se construyó para entonces).
La isla y su vecina, la isla Notre-Dame, constituyen juntas el parque Jean-Drapeau (antiguamente Parc des Îles). En la isla se hallan varias instalaciones importantes, como por ejemplo el museo Stewart (Fort de l'Île Sainte-Hélène), el parque de atracciones La Ronde, y la Biosphère, un museo de interpretación del río San Lorenzo asentado en el lugar que ocupaba el antiguo pabellón americano de la Terre des Hommes.

La Biosfera es el único museo en America del Norte dedicado al medio ambiente. Su estructura reproduce el 75% de una esfera. Fue diseñado por Richard Buckminster Fuller. Antes de convertirse en museo, la Biosphere de Montreal fue el pabellón de Estados Unidos durante la exposición universal de 1967.

En la isla de santa Helena encontramos también La Ronde, un parque de diversiones en Montreal construido como el complejo de entretenimiento para la Expo 67. Hoy en día es operado por Six Flags bajo un contrato de arrendamiento con la ciudad de Montreal, que expira en 2065. Es el parque de diversiones más grande de Quebec y el segundo más grande de Canadá.
La isla Notre Dame es una isla completamente artificial construida con el materiales de las excavaciones realizadas para la construcción del metro de Montreal.
El Puente Jacques Cartier cruza el río San Lorenzo, enlazando la isla de Montreal y la ciudad de Longueuil, en la orilla sur. Fue abierto a la circulación el 14 de mayo de 1930 y se inauguró con el nombre de Pont du Havre, pero fue rebautizado Pont Jacques-Cartier en 1934 en respuesta a la petición popular, para honrar así al explorador que descubrió Canadá en 1534. Es de acero y mide 2.687,42 metros.

The Centaur Theatre Company es una compañía de teatro con sede en Montreal fundada en 1969. Es la principal compañía de teatro en inglés de la ciudad. Actualmente hacen sus representaciones en el Antiguo Edificio de la Bolsa de Valores, antigua sede de la Bolsa de Valores de Montreal (MSE). Fue construido en 1903 en estilo Beaux-Arts por el arquitecto estadounidense George B. Post . El edificio sirvió como sede del MSE hasta 1965.

Y ya que hablamos de entretenimiento, no nos podemos olvidar del Cirque du Soleil, que tiene su sede social en Montreal.

Al comienzo de los años 80 del siglo XX un grupo de artistas fundado por Gilles Ste-Croix empezó a exhibir su talento a las calles de Baie-Saint-Paul, una villa en las costas del río St. Laurent cerca de la ciudad de Quebec. Conocidos para el público como Les Échassiers de Baie-Saint-Paul (Los caminantes sobre zancos de Baie-Saint-Paul), este grupo formaría el núcleo que se convertiría en Cirque du Soleil. Este elenco tenía un espectáculo ecléctico, donde se destacaban malabaristas, bailarines, tragafuegos y músicos. Pronto se hicieron muy apreciados por el público por la calidad de sus espectáculo callejeros.

Con el paso del tiempo Guy Laliberté, miembro de Les Échassiers, decidió que el espectáculo había evolucionado y estaba listo para deleitar al público fuera de su ciudad de origen. En 1984, para celebrar el aniversario 450° del descubrimiento de Canadá por parte de Jacques Cartier, Laliberté decidió llevar el espectáculo de gira por la provincia. Fue un éxito.
El Cirque du Soleil causó sensación en la escena internacional por primera vez en 1987, en su primera gira en EE. UU. "We Reinvent the Circus" (Reinventamos el circo), primero en Los Ángeles y luego en San Diego y Santa Mónica. Dan el salto a Europa en 1990.

En 1993, Mystere se convirtió en el primer espectáculo permanente de Cirque du Soleil. Se representaba en un teatro especial en La Vegas. De ahí empezaron a extenderse por el mundo.
Laliberté vendió la mayoría de las acciones de Cirque du Soleil: alrededor del 60 % quedó en posesión de la estadounidense TPG Capital, y el resto fue repartido entre la inversionista china Fosun, la canadiense Caisse de dépôt et placement du Québec —con un 20 % y 10 %, respectivamente— y Laliberté —con un 10 % de participación—. En febrero de 2020, Caisse de dépôt et placement du Québec adquirió las acciones de Laliberté y aumentó su participación a un 20 % de forma equiparable a Fosun. Entre 1990 y 2000 Gauthier asumió la presidencia de Cirque du Soleil, y en 2001 fue sustituido por Daniel Lamarre, que desde entonces también es su director ejecutivo.

En marzo de 2020 el Cirque rescindió temporalmente los contratos del 95 % de su personal debido a la pandemia de enfermedad por COVID-19, que ocasionó también la suspensión indefinida de sus espectáculos y producciones vigentes hasta ese momento. El 29 de junio del mismo año solicitó el apoyo de la Companies' Creditors Arrangement Act para la restructuración operativa de la compañía y evitar la quiebra. Laliberté continúa involucrado como asesor para el desarrollo creativo de los espectáculos. El que empezó como titiritero, ahora posee una fortuna de más de 900 millones de euros, una isla privada en la Polinesia (donde fue detenido en 2019 por cultivar marihuana) y ha sido uno de los primeros turistas espaciales del mundo (pagando 31 millones de euros). Y como lo del circo ya no ocupa todo su tiempo, es jugador de póker profesional. Dicen de él que organiza unas fiestas en las que todo está permitido (la cuestión es qué es exactamente "todo"). Como contrapartida, también es filántropo y tiene una fundación que pretende garantizar el agua potable a todo el mundo, viva donde viva.
